Biografía de Rosa de Alba
Rosa de Alba fue una actriz mexicana de cine y teatro, nacida en la Ciudad de México el 22 de octubre de 1912 y que falleció a los 90 años en Cuernavaca, México. Ella comenzó su carrera como bailarina en el Teatro Nacional de la Ciudad de México, y más tarde se unió a las compañías de teatro de María Luisa Zea, Allá y en el Rancho Grande, y de los hermanos Soler. A principios de la década de 1930, Rosa también se unió a la compañía de Enrique Herrera, uno de los más importantes productores teatrales de la época, lo que le permitió viajar por todo el país y actuar en muchas de las obras más populares de la época.
En 1936, Rosa decidió hacer la transición al cine y debutó en la película "Allá en el Rancho Grande", dirigida por Fernando de Fuentes y protagonizada por Tito Guízar, con quien Rosa tendría una larga relación personal y profesional. A partir de entonces, Rosa empezó a aparecer en películas dirigidas por algunos de los más importantes directores de la época, como Emilio Fernández, Chano Urueta y Luis Buñuel, y actuando junto a algunos de los más grandes actores de la época, como Pedro Infante, Jorge Negrete y María Félix.
A lo largo de su carrera, Rosa apareció en más de 90 películas, siendo una de las actrices más prolíficas y versátiles de la época de oro del cine mexicano. Además de su trabajo en el cine, Rosa también siguió trabajando en el teatro y en la televisión, actuando en muchas de las producciones más importantes de la época.
En su vida personal, Rosa mantuvo una relación sentimental con Tito Guízar durante muchos años, aunque nunca se casaron. Después de la muerte de Guízar en 1999, Rosa se retiró de la vida pública y se instaló en su casa en Cuernavaca, donde vivió el resto de su vida rodeada de su familia y amigos.
En resumen, la vida de Rosa de Alba fue una de las más destacadas y prolíficas del mundo del cine y el teatro mexicano. Desde su inicio en el Teatro Nacional de la Ciudad de México hasta su retirada en su hogar en Cuernavaca, Rosa fue una actriz talentosa y versátil que dejó una huella indeleble en las artes escénicas de su país. A través de su trabajo en más de 90 películas, así como en producción teatrales y televisivas, Rosa se convirtió en una leyenda del cine mexicano y en uno de los mayores iconos de la época de oro de la industria cinematográfica mexicana.