Filmografía de Alan Roscoe
Todos los directores con los que ha trabajado Alan Roscoe han coincidido en que su talento les hace muy fácil trabajar y es una persona muy comprometida con su trabajo y eso se agradece. Entre esos directores están Lowell Sherman.
Una de las virtudes de Alan Roscoe a la hora de realizar papeles, es su capacidad de adaptar su interpretación cuando hablamos de los siguientes géneros: Cine negro, Drama.
Biografía de Alan Roscoe
Alan Roscoe nació un 23 de agosto de 1886 en New York, Estados Unidos. Desde muy joven, demostró su afición por los deportes, en especial por el baseball. Fue gracias a este deporte que tuvo la oportunidad de conocer gente influyente en la ciudad, quienes lo ayudaron a conseguir empleo en la compañía National Cash Register Co. En esta empresa, Roscoe trabajó en el departamento de ventas, donde demostró sus habilidades y se convirtió en uno de los vendedores estrella.
Sin embargo, su gran oportunidad llegó cuando fue invitado a participar en un equipo de baseball semi-profesional con el que viajó por diferentes ciudades. Durante uno de esos viajes, conoció al actor Harold Lockwood, quien le ofreció un papel en una película. En ese momento, Roscoe comenzó a interesarse por el mundo del cine y decidió probar suerte como actor.
Tras algunos pequeños papeles, Roscoe fue contratado por la compañía de producción cinematográfica de Mack Sennett, donde se destacó por su presencia y habilidades frente a las cámaras. Con su metro ochenta, sus ojos oscuros y su cabello negro, se convirtió en un icono de las películas mudas de la época.
Durante su carrera, Roscoe trabajó en más de 500 películas, en las que interpretó una variada gama de personajes. Fue además uno de los actores mejor pagados de Hollywood en la década de los años 20. Sus películas más destacadas son "El acero y la sangre" (1917), "La hija del cine" (1926) y "La bahía del amor" (1928).
Alan Roscoe vivió en una época de grandes cambios en el mundo del cine. Con la llegada del sonido y la tecnología, muchos actores de la época se quedaron sin trabajo. A pesar de ello, Roscoe logró adaptarse y continuar trabajando en algunas películas sonoras. Con el paso del tiempo, su fama fue disminuyendo, pero su nombre quedó grabado en la historia del cine como uno de los actores más importantes de la época dorada de Hollywood. Alan Roscoe falleció en Beverly Hills, California, en febrero de 1933, víctima de un infarto.
