Biografía de Wilhelm Heinrich Holtz
Wilhelm Heinrich Holtz, conocido en el mundo artístico como Willy Fritsch, nació el 27 de enero de 1901 en la ciudad alemana de Kattowitz, actualmente Katowice en Polonia. A temprana edad, su familia se mudó a Berlín, donde asistió a una prestigiosa escuela de actuación. Allí aprendió tanto a actuar como a bailar, habilidades que más tarde le abrirían las puertas al cine.
A la edad de diecinueve años, Willy Fritsch comenzó su carrera en el teatro, actuando en diferentes puestas en escena y recorriendo toda Alemania. Pero en 1922, la empresa cinematográfica Ufa lo descubrió y lo contrató para actuar en una película llamada "La casa del Horror". A partir de ese momento, la carrera de Fritsch empezó a despegar y pronto se convirtió en una estrella del cine alemán.
Fritsch actuó en más de cien películas a lo largo de su carrera, siendo la mayoría de ellas producciones alemanas de los años veinte y treinta. A raíz del éxito en su país, Fritsch comenzó a trabajar en el cine francés y británico también. Pero su gran oportunidad llegó en 1932, cuando fue elegido para trabajar bajo la dirección del legendario cineasta alemán Ernst Lubitsch en "El hombre que inventó el amor". La cinta fue un éxito en todo el mundo y Fritsch se convirtió en una estrella internacional.
Sin embargo, la carrera de Fritsch se vio truncada en 1936 cuando los nazis llegaron al poder en Alemania. Fritsch, quien estaba casado con una mujer judía, se vio obligado a divorciarse de ella y a renunciar a su carrera para no ser cazado por el régimen. Durante las siguientes décadas, Fritsch se mantuvo lejos de la vida pública, trabajando en diferentes empleos y tratando de sobrevivir en una Alemania en ruinas.
Finalmente, en 1951, Fritsch volvió a los escenarios con una presentación en Berlín. Su carrera como actor nunca volvió a ser tan exitosa como en sus años de gloria, pero Fritsch fue capaz de hacer varias apariciones en televisión y cine hasta su muerte en Hamburgo en 1973. Sus contribuciones al cine alemán son recordadas hoy en día como algunas de las mejores de su tiempo y su legado continúa inspirando a jóvenes cineastas alemanes.