Biografía de Vanessa Gerbelli
Vanessa Gerbelli, nacida en Río de Janeiro, Brasil, el 10 de febrero de 1973, soñaba con ser veterinaria desde que era niña. Con el tiempo, decidió estudiar biología marina en la universidad, una carrera que le apasionaba. Pero su vida cambió repentinamente cuando la madre de un amigo, que trabajaba en una agencia de modelos, la invitó a ser una de las conejitas de Playboy. A pesar de que la oferta era tentadora, Vanessa decidió continuar su carrera en biología marina.
Sin embargo, algunos años después, otra oferta la llevó a dejar de lado su carrera. Un amigo estaba inscribiéndose en una Escuela de Artes Dramáticas y le sugirió que se uniera. Aunque nunca había pensado en actuar, Vanessa decidió probar suerte, apoyada por la idea de que, quizás, podría participar en algunas producciones de teatro y financiar su proyecto de protección ambiental.
Después de graduarse en la escuela y de algunos intentos fallidos para conseguir un trabajo, Vanessa decidió viajar a Nueva York para perfeccionar su técnica de actuación en el Actor's Studio. Fue allí donde tuvo la oportunidad de participar en dos series de televisión, lo que la llevó a abandonar sus proyectos de protección ambiental y a dedicarse por completo al mundo de la actuación.
En 1996, Vanessa regresó a Brasil y comenzó su carrera en la televisión, su primera aparición fue en el programa "Malhação", en 1997. Su papel en la serie le permitió dar un salto importante en su carrera y ser reconocida en el mundo de la actuación. Desde entonces, Vanessa ha tenido roles destacados en diferentes novelas y series de televisión; como "Fina Estampa", "Dias Felices", "Mujeres Ambiciosas" y muchas más.
Aunque su carrera actoral ha tenido éxito, Vanessa no se olvida de sus compromisos con el medio ambiente y todavía participa en proyectos y organizaciones que luchan por la protección ambiental. A lo largo de su carrera, ha demostrado ser una actriz versátil y comprometida, lo que le ha llevado a ganar varios premios como actriz. Su historia es un ejemplo de que los sueños se pueden cumplir aunque a veces el camino no sea el que uno esperaba.
