Biografía de Valentin Komissarov
Valentin Komissarov nació el 14 de septiembre de 1944 en la ciudad de Moscú, Rusia. Su padre, Mikhail Komissarov, era un famoso actor de teatro y cine, por lo que Valentin creció rodeado de la industria del entretenimiento. Siendo joven, no tenía claro si quería seguir los pasos de su padre y hacer carrera en las artes, pero fue durante su servicio militar obligatorio en el Ejército Soviético donde descubrió su pasión por la actuación.
Después de completar su servicio militar, Komissarov trabajó en diferentes trabajos, como en una fábrica de aviones o como conductor de camión. En este último trabajo fue donde tuvo un accidente que le dejó una cicatriz en su rostro, lo que le afectó emocionalmente y le llevó a considerar seriamente la idea de seguir una carrera como actor de cine y televisión.
Komissarov comenzó su formación en la Escuela Shchukin de Arte Dramático en Moscú, donde recibió una intensiva preparación actoral. Gracias a su talento, pudo iniciar su carrera en pequeños papeles en películas y programas de televisión soviéticos. Su primera gran oportunidad llegó en 1972, cuando participó en la película "El campeón del mundo", donde interpretó al boxeador Misha, un papel que le valió un reconocimiento a nivel nacional.
En los años siguientes, Komissarov se convirtió en uno de los actores más populares y exitosos de la época soviética, gracias a su versatilidad para interpretar diferentes géneros, desde comedias hasta dramas. Entre sus actuaciones más destacadas se encuentran las películas "El cadáver vivo", "Un año difícil" y "Moscú no cree en lágrimas", esta última ganadora del premio Oscar a la Mejor Película Extranjera en 1981.
Komissarov fue un actor muy querido y respetado en la industria cinematográfica soviética, pero su carrera también estuvo marcada por su compromiso político y social. Siempre se mostró crítico con la falta de libertades en su país y participó en movimientos de oposición al gobierno soviético. Después de la caída del Muro de Berlín y la disolución de la Unión Soviética, continuó trabajando en la industria cinematográfica rusa y se convirtió en uno de los rostros más reconocidos del cine de su país. Komissarov falleció en Moscú el 26 de enero de 2009, a los 64 años de edad, dejando un legado importante en la historia del cine ruso.