Biografía de Tõnu Mikiver
Tõnu Mikiver nació el 16 de septiembre de 1942 en Tallin, Estonia. Provenía de una familia de intelectuales, su padre, Mart Mikiver, era un conocido historiador del arte y su madre, Hilda Kõrge, una escritora reconocida. Desde muy joven, Tõnu mostró un gran interés por la literatura y el teatro, y se destacó en sus estudios.
Comenzó sus estudios universitarios en la Facultad de Filología de la Universidad de Tartu, pero pronto se trasladó a la Facultad de Teatro y Cine, en la que se graduó en 1964. Durante su carrera universitaria, Tõnu se unió a la compañía de teatro de la universidad, actuando en varias obras y mostrando su talento en la actuación.
Una vez graduado, Tõnu Mikiver trabajó como director en la compañía de teatro Vanemuine, de Tartu. Allí dirigió varias producciones, entre ellas "Las tres hermanas" de Chéjov. Tras unos años como director de teatro, decidió dedicarse por completo a la actuación.
En los años 70, Tõnu Mikiver se convirtió en uno de los nombres más destacados del teatro y la televisión de Estonia, trabajando en varias producciones que le valieron premios y reconocimientos. En 1974, debutó en el cine en un papel secundario en la película "Los hombres del diez de junio", dirigida por Kaljo Kiisk.
A partir de entonces, Tõnu Mikiver comenzó a trabajar con regularidad en el cine, destacando en películas como "La hora del lobo", de Arvo Kruusement, y "El litigio", de Arvo Kruusement y Tõnis Kask. En 1981, protagonizó la película "Lámpara rota", dirigida por Peeter Simm, que ganó el Premio al Mejor Director en el Festival de Cine de Moscú.
En los años 90, Tõnu Mikiver siguió trabajando en el cine y la televisión, destacando en producciones como "El año del caballo", de Peeter Simm, y "La canción de la liberación", de Raimo Jõerand. En 2000, recibió el Premio al Mérito Artístico de Estonia por su trayectoria en el mundo del cine y la actuación.
En resumen, Tõnu Mikiver fue un destacado actor de cine y televisión estonio que comenzó su carrera como director teatral. Gracias a su talento y dedicación, logró convertirse en uno de los nombres más reconocidos del mundo del espectáculo en su país, recibiendo múltiples premios y reconocimientos por su trabajo. Su legado sigue siendo recordado como uno de los pilares de la cultura estonia.