Filmografía de Ron Taylor
El arte con el que se desenvuelve Ron Taylor delante de las cámaras es una maravilla y los directores con los que ha trabajado como James Foley, agradecen que ese talento salga a la luz en el momento oportuno ya que ofrece la posibilidad de obtener unos resultados increíbles en pocas tomas.
Los géneros Romance, Aventuras, Comedia son los preferidos de Ron Taylor a la hora de elegir las películas en las que quiere actuar. Tras años de experiencia ha conseguido especializarse en esos géneros y conseguir muchos papeles debido a eso.
Biografía de Ron Taylor
Ron Taylor nació en Galveston, Texas, en 1952, hijo de un hombre que trabajaba en la industria de la construcción y una madre que era profesora. Cuando era joven, mostró un gran talento para la música y comenzó a cantar en la iglesia y en la escuela. Se mudó a Nueva York a los 18 años para estudiar música y actuación en la Universidad de Fordham. Después de graduarse, trabajó en varios trabajos, incluyendo como conductor de un camión de helados y como guardia de seguridad.
A pesar de sus esfuerzos en la música, Ron encontró su camino en el teatro. Comenzó su carrera en el teatro musical en Broadway, donde tuvo su papel más conocido en la obra "It Ain't Nothin' But the Blues", lo que le valió una nominación a un Premio Tony. También trabajó detrás del escenario como director musical, arreglador e incluso productor en varias producciones.
Además de su carrera en el teatro, Ron también trabajó como locutor, grabando anuncios para la televisión y la radio. También prestó su voz en la banda sonora de varias películas y programas de televisión, incluyendo "Los Simpson" y "Los cazafantasmas".
En la década de 1990, Ron comenzó a hacer incursiones en el cine, principalmente en papeles secundarios en comedias como "Joe's Apartment" y "El gran salto". Sin embargo, fue su papel en "The Apache" en 1998 lo que le dio el reconocimiento internacional, lo que llevó a otros papeles más prominentes, como en la serie de televisión "The West Wing".
Ron Taylor murió en 2002, víctima de un infarto, a los 49 años. A pesar de su corta vida, dejó un legado duradero como un talento musical y teatral, y como actor en la pantalla grande y pequeña. Su capacidad para combinar la voz y la actuación lo convirtieron en un verdadero artista, y su legado sigue vivo.
