Filmografía de Renée Saint-Cyr
La trayectoria profesional de Renée Saint-Cyr pasa por haber trabajado con grandes directores de los que ha aprendido mucho y ha sabido adaptarse al papel según se lo pedía el director o la directora. Algunos de ellos son: Vittorio Cottafavi.
La interpretación de Renée Saint-Cyr en las películas de género Aventuras, nos ha impresionado en muchas ocasiones y muchas veces, eso es lo que más nos gusta de los actores que saben adaptarse al guion.
Biografía de Renée Saint-Cyr
Renée Saint-Cyr nació en 1904 en Roanne, Francia, bajo el nombre de Marthe Régnier. Desde joven, se interesó por el mundo del espectáculo y comenzó a estudiar ballet clásico. A los 16 años, su pasión por la danza la llevó a mudarse a París en busca de oportunidades para convertirse en bailarina profesional. Trabajó en varias compañías de ballet y cabarets, y comenzó a llamar la atención en el mundo del espectáculo parisino.
Sin embargo, a pesar de su talento como bailarina, Renée empezó a recibir ofertas para trabajar en el cine. A finales de la década de 1920, apareció en pequeños papeles en películas francesas, incluyendo "Le Collier de la reine" de Gaston Ravel. En 1930, hizo su debut en Hollywood en la película "The Virtuous Sin", protagonizada por Lewis Stone y Kay Francis. Renée recibió un contrato para trabajar en Hollywood y apareció en varias películas estadounidenses en la década de 1930, como "Honor of the Family" y "Love in Exile".
Pero Renée pronto regresó a Francia, donde su carrera en el cine despegó. En la década de 1930, apareció en películas como "Josette" y "Le Joueur", y se convirtió en una de las actrices más populares de Francia. A menudo interpretó papeles de mujeres fuertes y decididas, y su estilo natural y sofisticado cautivó al público francés.
Renée Saint-Cyr siguió trabajando en el cine durante la década de 1940, apareciendo en películas como "Le Rosier de madame Husson" y "Les Enfants Terribles" de Jean Cocteau. También se desempeñó como directora de cine, dirigiendo la película "Femmes de Paris" en 1953 y "Le Souffle" en 1959.
A pesar de su éxito en el cine, Renée Saint-Cyr nunca perdió su amor por la danza. Continuó desempeñándose en el escenario durante toda su vida y fue una defensora entusiasta del arte del ballet. Renée falleció en 2004 a los 100 años de edad, habiendo dejado una huella duradera en el mundo del cine y la danza.
