Biografía de Rafaël de Ferran
El joven Rafael de Ferran tuvo una infancia marcada por la austeridad, naciendo en el seno de una familia modesta en la ciudad de Barcelona. Su padre era un artesano que se dedicaba a la reparación de maquinarias en una pequeña fábrica. Debido a la dificultad económica de su hogar, Rafael apenas pudo llevar a cabo estudios secundarios, lo que limitó sus oportunidades en la sociedad.
Con apenas 19 años, Rafael de Ferran se unió a las filas del ejército español para servir en la Guerra de África. Allí, aprendió el valor del trabajo en equipo y la disciplina, lo que lo ayudó a formarse como una persona más resistente ante las adversidades y a ayudar a sus compañeros de batalla. A pesar de no lograr ascender a posiciones de mayor jerarquía, Rafael se mantuvo orgulloso de su servicio al país.
Tras el fin de la Guerra de África, Rafael de Ferran decidió ingresar al mundo laboral civil. Comenzó a trabajar en una fábrica de joyas, en la sección de pulido y ensamblado. Allí, se comprometió a desarrollar su creatividad y habilidades manuales, lo que le permitió sobresalir en su trabajo. Sin embargo, el joven no se sentía plenamente satisfecho con su desempeño en la fábrica y anhelaba escapar de su rutina diaria.
Finalmente, Rafael decidió seguir su verdadera pasión: la actuación. A pesar de carecer de formación en este campo, se presentó a una audición en una pequeña compañía teatral. La directora, sorprendida por su entusiasmo y entrega, le ofreció una oportunidad de interpretar un papel en una obra de teatro. Desde entonces, Rafael se adentró con alegría al mundo del teatro y la actuación, dedicándose a aprender todo lo posible sobre la actuación y tomando algunos cursos para mejorar sus habilidades. Así, fue abriendo camino en el gremio teatral y logrando algunos roles importantes que le ayudaron a crecer y a consolidar su carrera como actor.