Biografía de Otto Fries
Otto Fries fue una personalidad que se relacionó con la escena artística en la primera mitad del siglo XX en Estados Unidos. Nacido en San Francisco en el año de 1873, la vida del actor previa a su llegada al mundo del espectáculo fue bastante convencional. En su juventud trabajó como agricultor en la granja de su familia, donde aprendió a tocar el violín y disfrutó tocando con su padre y con su hermano. Fries creció en un ambiente familiar de clase media, en el hogar de una familia numerosa donde se inculcaron valores cristianos tradicionales. Con veintipocos años, decidió trasladarse a Nueva York para buscar trabajo y allí comenzó su camino como actor.
Fries inició su carrera como actor relativamente tarde, a los treinta años de edad. Trabajó en diversas compañías teatrales, llegando a ser director de una de ellas. Tras abandonar esa compañía, Fries se trasladó a Nueva York a mediados de los años 1900, donde se unió a uno de los grupos teatrales más importantes de la época; el Teatro de Lambert. Allí Fries trabajó de manera activa como actor, llegando a protagonizar algunas de las obras más relevantes del momento.
Sin embargo, fue durante la Primera Guerra Mundial cuando Fries dio el salto definitivo a las tablas, desempeñando un papel preponderante como actor en diversas obras de teatro. Tras la guerra, el actor se trasladó a Hollywood, donde se unió a algunos de los estudios más reconocidos de la época. Fue en Hollywood donde desarrolló una amplia carrera en la gran pantalla, participando en diversas películas y trabajando junto a algunos de los actores y directores más importantes de la época.
Otto Fries se convirtió en uno de los actores más famosos de la década de 1920, gracias a su presencia en las películas más importantes de la industria cinematográfica. Trabajó junto a algunas de las estrellas más importantes del momento, incluidos nombres como Buster Keaton o Mary Pickford, y se mantuvo activo en Hollywood hasta su muerte en 1939. En definitiva, la vida de Otto Fries muestra su dedicación por el arte, el teatro y la gran pantalla, un recorrido en el que demostró que ser un actor no es algo que uno elige, sino algo que forma parte de quien es.