Biografía de Michaela DePrince
Michaela DePrince, nacida en Sierra Leona en 1995, pasó sus primeros años de vida en una situación difícil. Su padre era un rebelde durante la guerra civil del país y fue asesinado cuando ella aún era muy joven. Poco después, su madre murió de fiebre. El tío de DePrince la adoptó ella y a su hermano menor y los llevó a un orfanato. A la edad de cuatro años, comenzó a ser discriminada por tener vitiligo, una enfermedad de la piel. Le pusieron el apodo de "niña del demonio" y fue marginada por los demás niños.
Más tarde, mientras estaba en el orfanato, DePrince vio por casualidad un video de ballet en donde una bailarina llevaba un tutú blanco. Fascinada por la ropa y la gracia de la bailarina, se prometió a sí misma que algún día usaría un tutú también. Después de que una familia estadounidense la adoptara, su nueva madre, que había sido bailarina, la inscribió en una escuela de ballet en Filadelfia cuando tenía cuatro años. Con el tiempo, DePrince fue progresando hasta convertirse en una bailarina consumada.
En su adolescencia, DePrince sufrió discriminación nuevamente, a causa de su raza y tamaño, ya que se le consideraba demasiado pequeña y buena para hacer papeles principales. Sin embargo, siguió practicando y en el 2012 se unió al Ballet Nacional de Holanda. Se convirtió en la primera bailarina negra en tener el papel principal en "Giselle" y en el 2015, Michaela DePrince se unió al Teatro de Ballet en San Francisco.
Fuera del ballet, DePrince estaba interesada en el activismo, y realizó campañas para aumentar la conciencia sobre la situación en Sierra Leona. También escribió una autobiografía titulada "Tomé mi libertad" para contar su historia de vida. Está comprometida en la promoción de la educación de los niños y mujeres en Sierra Leona, y la lucha contra la discriminación racial y la injusticia. DePrince también apareció en el documental "First Position" y en el video musical de Beyoncé "Lemonade".
Michaela DePrince ha evadido la adversidad a lo largo de su vida, pero ha utilizado su pasión por el ballet como una forma de superarla para convertirse en una renombrada estrella del ballet en el mundo entero. Además, su compromiso con el activismo y la promoción de la educación y la justicia social han sido ejemplares.