Biografía de Maruja Sen
Maruja Sen nació en una familia artística en la ciudad de México en 1926. Su madre, Lupe Vélez, fue una reconocida actriz de cine y su padre, el productor y director mexicano, Harald Maresch. Lamentablemente, la relación marital entre sus padres no prosperó y Maruja pasó gran parte de su infancia en diferentes internados para niñas.
A los 18 años, Maruja contrajo nupcias con el abogado mexicano, Héctor Sen, con quien tuvo dos hijos. Sin embargo, la pareja se separó y Maruja decidió dedicar su vida a la actuación. Inicialmente, actuó en obras teatrales en pequeños teatros mexicanos.
A pesar de contar con el respaldo de su madre y su padre, ambos fallecidos para la década del 60, y su carisma en el escenario, Maruja tuvo dificultades para obtener trabajos en la industria del cine debido a los estigmas por su linaje y su propia apariencia física. No obstante, en la década de los años 60, empezó a recibir ofertas para actuar en televisión, se mudó con su familia a la ciudad de Nueva York para llevar adelante una carrera fuera de su país de origen.
Maruja encontró más oportunidades en televisión y cine en Estados Unidos, no sin un dejo de descontento por las eternas categorizaciones como 'latin bombshell', 'una vez intenté salir en la televisión norteamericana, en un programa de Gong Show, pero me detuvieron, no podían creer que alguien con mi apariencia física fuera capaz de actuar con competencia, pronunciaba mis palabras con fluidez en inglés"; de hecho, logró interpretar roles más complejos que los que Hollywood suele dar a actrices latinas.
Finalmente, Maruja se asentó en Los Ángeles, donde participó en la serie de televisión "The Love Boat" y trabajó como actriz de doblaje. Apareció en docenas de películas, como Diego de la Vega y "La Emboscada" y su último trabajo, fue en la película de 1995 "Deadly Addiction".
Maruja Sen falleció, rodeada de sus seres queridos, el 14 de diciembre de 1996, sin que lograra salir del todo del estereotipo de la figura latina exótica y sin haber recibido los créditos merecidos por su talento. Pero quedó en la memoria como la hija de dos grandes de las artes escénicas que fueron lumbreras de esa época.