Biografía de Marion Mitchell
Marion Mitchell Morrison, nacido en 1907 en Winterset, Iowa, sería mejor conocido por su nombre artístico: John Wayne. Wayne es considerado uno de los actores más grandes y emblemáticos en la historia del cine americano. Más allá de su legado como actor, Wayne fue también un símbolo del idealismo americano y una representación de valores conservadores.
Antes de emprender la actuación, Wayne trabajo una serie de trabajos en su juventud en California, desde asistente de cámara a albañil. Un trabajo como extra en la película “The Merry Widow" lo llevó a unirse al estudio de cine propietario, Republic Pictures, y conseguir un trabajo actoral estable. Su primer papel grande llegaría en 1930 en la película “The Big Trail.”
Aunque su éxito temprano fue limitado, Wayne perseveró, endureciendo gradualmente su aspecto y estilo en la pantalla. En los años 40, se convirtió en un actor importante y protagonizó muchas películas de guerra incluyendo Sands of Iwo Jima y Flying Tigers. En los años 50, las películas que lo hicieron famoso en la historia del cine americano aparecieron como “The Searchers," “Rio Bravo”, y “The Quiet Man."
Fuera de su carrera como actor, Wayne era un fuerte partidario del conservadurismo, una filosofía que él personificó en sus muchas películas occidentales. Wayne trabajó como republicano activo, y abiertamente a favor del anticomunismo y en contra de grupos socialistas y de derechos civiles. Él fue criticado por su postura en algunos círculos, pero Wayne continuó a personificar muchos de los ideales que reflejaban la "vieja América" y su creencia en la fortaleza y el vigor de la nación estadounidense.
En los años 60 y 70, Wayne comenzó a sufrir problemas de salud, y sus ritmos de trabajo comenzaron a disminuir. A pesar de sus problemas, sus colaboraciones con el director Howard Hawks y en particular con el director de cine John Ford continuaron produciendo éxitos a través de la década. John Wayne murió el 11 de junio de 1979, pero su legado continuó mucho tiempo después de su muerte. Su influencia sobre la cultura y valores estadounidenses le permiten hoy en día a ser recordado no sólo como un actor y un símbolo cultural de un tiempo, sino también como un verdadero ícono nacional.