Filmografía de Mariano Azaña
Mariano Azaña es un profesional y cuando interpreta un papel, intenta conocer perfectamente la intención del director para poder trasmitir las sensaciones concretas. Esto lo pueden corroborar los directores con los que ha trabajado como Ramón Comas.
Los géneros Comedia son muy recurrentes en el mundo del cine y uno de los actores que más resalta en estos estilos es Mariano Azaña que consigue trasmitir a la perfección todas las ideas y emociones que persigue.
Biografía de Mariano Azaña
politico
Mariano Azaña fue un líder político español, presidente de España durante la Segunda República Española (1931-1939). Antes de convertirse en un actor político, Mariano Azaña vivió una vida intelectual y académica. Nació en Madrid en 1880, hijo de una familia de abogados de clase media. Aunque su padre murió cuando él tenía solo 12 años, su madre se aseguró de que sus hijos recibieran la mejor educación, y Azaña fue enviado a la Universidad Central de Madrid para estudiar Derecho.
Azaña se graduó en 1901 con un grado en Derecho, y luego fue aceptado en la Escuela de Estudios Superiores, donde estudió Derecho Constitucional, Literatura y Filosofía. Mientras estaba en la escuela, escribió varios ensayos y poemas, y también comenzó a trabajar como profesor de Lengua y Literatura en una escuela de Madrid. En 1909, Azaña fue seleccionado para ser el secretario de la Real Academia Española de la Lengua, un puesto que ocupó hasta 1912.
Durante sus años como académico, Azaña fue uno de los fundadores del Partido Republicano Radical, un partido político que abogaba por el sufragio universal y el establecimiento de una república en España. Su fama como intelectual y escritor lo ayudó a ganar el respeto de otros líderes republicanos, y fue elegido como uno de los líderes del movimiento republicano.
En 1931, tras la caída de Alfonso XIII, Azaña fue elegido como presidente de la Segunda República Española. Durante su mandato, Azaña impulsó una serie de reformas, entre ellas la abolición de la pena de muerte, el establecimiento de un sistema de educación pública y el establecimiento de relaciones diplomáticas con otros países. Azaña también ayudó a modernizar el ejército español y a mejorar las relaciones con la Iglesia Católica.
Sin embargo, los cambios fueron duramente criticados por los conservadores españoles, y en 1936 se desató la Guerra Civil Española. Azaña fue forzado a dimitir en 1936, y pasó los últimos años de su vida exiliado en Francia. Murió en 1940, dejando atrás un legado de reformas que han dejado su marca en el mundo de la política española.