Biografía de Maria Cebotari
Maria Cebotari nació el 10 de febrero de 1910 en Chisinau, Moldavia en una familia de músicos. Su padre tocaba el violín y su madre el piano, lo que hizo que ella y sus hermanos adquirieran una gran pasión por la música desde una edad temprana. Desde los siete años, comenzó a estudiar música en la Academia de Música de la ciudad de Chisinau, donde se destacó como talentosa cantante e interprete. A los doce años, la joven Maria debutó como solista en un espectáculo local y rápidamente llamó la atención de la comunidad musical.
En 1921, la familia se mudó a Rumania, donde Maria continuó sus estudios de canto en la Academia de Música de Bucarest. Para sostenerse, comenzó a tocar en diversos teatros y cafés de la ciudad. También hizo algunas grabaciones de canciones populares en ese momento. Maria se hizo cada vez más conocida en la comunidad musical rumana y en 1928 se trasladó a Berlín para recibir una formación más avanzada en la Ópera Estatal de Berlín. Allí, trabajó con algunos de los mejores artistas y profesores del mundo y se convirtió en una cantante de ópera consumada.
Fue en Berlín donde conoció a su futuro esposo, el director de orquesta y compositor austriaco Clemens Krauss. La pareja se casó en 1933 y pronto comenzaron a trabajar juntos en varios proyectos teatrales. En 1934, Maria debutó en la Royal Opera House de Londres y un año después en el Festival de Salzburgo en Austria. Su fama y reconocimiento internacional crecieron rápidamente y pronto se convirtió en una de las sopranos más destacadas del mundo.
Sin embargo, su carrera fue truncada por la Segunda Guerra Mundial. Tanto ella como su esposo tuvieron que enfrentarse a muchas dificultades y persecuciones debido a su condición de artistas judíos. A pesar de esto, continuaron trabajando juntos en varios proyectos teatrales y musicales. Desafortunadamente, la salud de Maria comenzó a deteriorarse y en 1949 falleció trágicamente cuando su avión se estrelló en Suiza mientras se preparaba para una actuación en la Ópera de Zurich. Su muerte dejó un vacío en la comunidad artística y aún es recordada como una de las sopranos más notables de su época.
