Biografía de Lucrecia Frassetto
Lucrecia Frassetto es una artista nacida el 30 de noviembre de 1941 en Neuquén, Argentina. Desde muy pequeña, demostró una gran pasión por la danza y el arte, lo que la llevó a estudiar en la Escuela Nacional de Danza. Allí, comenzó su formación como bailarina clásica y contemporánea, y rápidamente se destacó por su talento y dedicación.
Tras finalizar sus estudios en la escuela de danza, Lucrecia comenzó a trabajar como bailarina profesional en diferentes compañías de ballet en Argentina y en el extranjero. Su excepcional técnica y su carisma en el escenario han sido destacados por distintos especialistas a lo largo de los años.
Sin embargo, su carrera dio un giro inesperado cuando se mudó a Nueva York en los años 70 y comenzó a trabajar en la compañía de teatro de marionetas Bread and Puppet Theatre. En esta compañía, Lucrecia se especializó en la creación de muñecos y títeres gigantes, y se convirtió en una de las más talentosas marionetistas de su generación.
Durante su tiempo en Bread and Puppet Theatre, Lucrecia logró ganar reconocimiento por su trabajo en algunos de los festivales de teatro más importantes de América del Norte y Europa. Además, la compañía tuvo un rol fundamental en la cultura de protesta y en la escena alternativa en los Estados Unidos, lo que impulso a Lucrecia a tomar la marioneta como una herramienta crítica y subversiva.
En 1992, Lucrecia y su compañero, el artista neoyorquino Dan Hurlin, fundaron su propia compañía de títeres, el Dan Hurlin Theatre, que ha sido aclamada por la crítica y el público en todo el mundo. En su trabajo con su propia compañía, Lucrecia ha enfocado su creatividad en el uso de la imagen animada, como una forma de comunicar y crear un ambiente intenso en el público.
En resumen, podemos decir que Lucrecia Frassetto fue una bailarina y artista excepcionalmente talentosa que dejó una marca importante en la historia del teatro y la danza contemporánea. Su trabajo en el world puppet theater ha sido reconocido por la crítica y el público en todo el mundo, y ha dejado un legado como artista integral. A través de su trabajo con la imagen animada, Lucrecia ha logrado crear un lenguaje expresivo y muy personal que siempre ha tratado de mantener un enfoque en la crítica de la realidad.