Biografía de Lili Darvas
Lili Darvas nació el 10 de abril de 1902 en Budapest, Hungría, en una familia judía. A pesar de que sus padres no estaban interesados en el arte, Lili siempre estuvo fascinada por la actuación. Desde temprana edad, participó en funciones escolares y desarrolló una pasión por la interpretación. Sin embargo, sus padres no estaban de acuerdo con su carrera y la animaron a seguir una educación más tradicional.
Después de completar sus estudios, Lili trabajó como secretaria por un breve tiempo antes de casarse con el actor húngaro Ferenc Futurista en 1923. Juntos, comenzaron a trabajar en compañías teatrales y películas en Hungría. Durante su tiempo en el escenario, Lili se hizo conocida por sus habilidades en la interpretación de personajes complejos y emocionales.
En 1931, Lili y su esposo se mudaron a Berlín para trabajar en el cine alemán. Allí, ella tuvo la oportunidad de trabajar con algunos de los directores más importantes de la época, incluyendo a Fritz Lang y G.W. Pabst. A pesar de su éxito en Berlín, la creciente amenaza del nazismo la llevó a regresar a Hungría en 1933.
De vuelta en casa, Lili continuó trabajando en teatro y cine. Durante la Segunda Guerra Mundial, ella y su esposo se convirtieron en miembros activos de la resistencia húngara y se unieron a una red clandestina que ayudaba a los judíos y otros perseguidos por los nazis a escapar de la persecución.
Después de la guerra, Lili y Ferenc emigraron a los Estados Unidos, donde continuaron trabajando en cine y teatro. En 1956, protagonizó en la película "El Alcalde" de Louis de Funès, un papel que le valió su primera nominación al Globo de Oro. En los años siguientes, apareció en otras películas, incluyendo "Scent of Mystery" y "El Cielo y la Tierra". En 1964, recibió un premio Tony a la Mejor Actriz en un Papel de Reparto por su papel en "The School for Scandal".
En general, la vida de Lili Darvas fue un ejemplo de dedicación y pasión por la actuación. A pesar de enfrentarse a la oposición de su familia y de los peligrosos desafíos políticos de su época, siguió persiguiendo su sueño de convertirse en actor y dejó una huella indeleble en la historia del teatro y el cine.
