Biografía de Kelela
Kelela Mizanekristos, nacida el 6 de junio de 1983 en Washington DC, sobresale como una cantante y compositora de R&B alternativo. Más conocida artísticamente como Kelela, la joven de ascendencia etíope ha tenido una carrera muy interesante antes de abrazar la música como su vocación definitiva.
Kelela fue criada en una familia profundamente religiosa en el distrito capital de los Estados Unidos. Siempre ha sido apasionada por la música y empezó cantando gospel y jazz en el coro de su iglesia. Con el tiempo, comenzó a sentir que su verdadera identidad musical estaba más cerca del R&B y el soul.
Después de graduarse del American University con una licenciatura en antropología, Kelela se mudó a Los Ángeles para ir a la escuela de diseño. Durante esta época, empezó a interesarse cada vez más por la música experimental y los artistas que no se ajustaban a los moldes tradicionales de la música popular. Asistió regularmente a espectáculos y eventos underground, lo que le permitió conectarse con una red de músicos, productores y DJ’s underground. Comenzó a colaborar con diferentes artistas, experimentando con diferentes formas de música y explorando su propia voz como artista.
En 2013, Kelela lanzó su primer EP, “Cut 4 Me”, en una coproducción realizada por Night Slugs y Fade to Mind, dos sellos discográficos underground de la música electrónica. Este proyecto le valió una considerable atención de la crítica, gracias a una voz única y potente, capaz de emocionar y transmitir mensajes de empoderamiento. Un segundo EP, “Hallucinogen”, sería lanzado en 2015, con un sonido más atlético y artístico, que la situaría como una de las fuerzas emergentes en la música contemporánea.
Con los años, Kelela ha ganado una importante comunidad de seguidores gracias a su capacidad para sorprender y complacer a sus seguidores. Impulsada por su pasión por la música y su deseo de explorar nuevas direcciones, Kelela no ha dejado de crecer y experimentar, convirtiéndose en una inspiración para todos aquellos que quieren explorar nuevas posibilidades artísticas.
