Biografía de Jules Audry
Jules Audry nació en Francia en 1910 y su vida antes de convertirse en actor estaba lejos del mundo de la actuación. Desde joven, se interesó por el fútbol y era un jugador talentoso. Desafortunadamente, su carrera de fútbol se vio truncada después de una lesión. Esta lesión fue un punto de inflexión en la vida de Jules, ya que se dio cuenta de que debía encontrar otra pasión para seguir adelante.
Después de la lesión, Jules decidió enfocar su atención en el trabajo manual. Comenzó a trabajar como mecánico y, posteriormente, trabajó en una fábrica de automóviles. Al mismo tiempo, también participaba en obras de teatro amateur y en grupos de aficionados en su comunidad. Participó en una obra en la que llamó la atención de un director de teatro local, que lo recomendó para una audición en París.
Después de su audición, fue seleccionado para un pequeño papel en una obra de teatro en la capital francesa. Este papel fue su gran oportunidad en el mundo del entretenimiento. Poco después, comenzó a tomar clases de actuación y, finalmente, consiguió papeles secundarios en películas francesas.
En 1935, Jules recibió su primer papel principal en ‘Une fille à croquer‘, que le valió gran reconocimiento en Francia. Luego, participó en películas como ‘La Bandera’, donde trabajó con el director Julien Duvivier, y ‘Le Grand Jeu’, una película en la que también actuó la famosa actriz francesa Simone Signoret.
Jules Audry logró destacarse en el mundo del cine francés de la década de 1930 a 1950, gracias a su presencia escénica y capacidad de interpretación. Si bien no era una estrella principal, su habilidad para retratar personajes secundarios complejos, ingresándoles profundidad y personalidad, le abrió un camino en la industria del cine.
Jules Audry se retiró del cine en la década de 1960 y se separó del mundo del espectáculo para dedicarse a su familia. Lamentablemente, murió en 1977 a la edad de 67 años. La vida de Jules Audry es un ejemplo de cómo los valores y la perseverancia pueden llevar a alguien a lograr objetivos aún inimaginables.