Biografía de Joãozinho da Goméia
Joãozinho da Goméia, también conocido como João Oliveira dos Santos, nació el 14 de agosto de 1914 en Salvador, Bahía. Desde joven mostró interés por las artes y el candomblé, una religión afrobrasileña que combina elementos de las religiones africanas con el catolicismo. En su adolescencia comenzó a trabajar como aprendiz de zapatero y es en este trabajo donde ganaría el apodo de “Goméia”, que significa zapatero en yoruba, una lengua africana.
A los 22 años, Joãozinho se inició como babalorixá, sacerdote de candomblé, en la casa de candomblé Axé Abassá de Ogum. A partir de aquí, comenzaría una carrera exitosa que lo llevaría a ser reconocido como uno de los mayores líderes religiosos afrobrasileños de su tiempo. Su casa de candomblé, llamada Axé Opô Afonjá, que fundó en 1948, todavía existe hoy en día y ha sido declarada patrimonio cultural de Bahía.
Más allá de su trabajo religioso, Joãozinho también era un talentoso músico y compositor. Su estilo de samba reggae, que combinaba los ritmos del candomblé con la música popular brasileña, se convirtió en un éxito en Brasil y en todo el mundo. A lo largo de su carrera, Joãozinho grabó varios discos y participó en festivales de todo el país.
En 1971, Joãozinho lanzó su primer y único filme, “Os Orixás”. La película, dirigida por el cineasta brasileño Glauber Rocha, cuenta la historia de cuatro orixás, dioses y diosas del candomblé, que llegan a la tierra para liberar a su pueblo de la opresión. Joãozinho tiene un papel en la película como uno de los orixás y también es responsable de la banda sonora. La película fue controvertida en su tiempo debido a su fuerte contenido político y cultural y fue prohibida por el gobierno brasileño durante varios años.
A pesar de su éxito en el mundo de la religión y la música, Joãozinho enfrentó muchos desafíos en su vida personal. Se casó y se divorció varias veces y tuvo un hijo que murió de forma prematura en un tiroteo en las calles de Salvador. A pesar de estos altibajos, Joãozinho da Goméia logró dejar una huella imborrable en la cultura y la religión brasileña y su legado continúa inspirando a las generaciones actuales.