Biografía de Joan Ganz Cooney
Joan Ganz Cooney es una reconocida periodista y productora nacida en Phoenix, Arizona en 1929. Desde temprana edad, su familia se mudó a Nueva York, por lo que se mudó junto a ellos y comenzó su educación en la ciudad de la gran manzana.
Durante su adolescencia, Joan Ganz Cooney deseaba ingresar a la facultad de artes, pero su padre se opuso rotundamente a ello y ella tuvo que conformarse con estudiar psicología en la Universidad de Arizona, carrera que no le interesaba mucho. Tras graduarse, decidió mudarse a Boston para buscar empleo y fue contratada como publicista en la emisora de televisión WGBH, donde colaboró en la producción de los primeros programas educativos para niños.
En 1965, Joan Ganz Cooney fue contratada como directora en el festival de televisión de Nueva York, cargo que le permitió viajar a diversos países en búsqueda de nuevos talentos, quienes más tarde se encargarían de crear propuestas innovadoras en el campo televisivo. No obstante, en ese mismo año, comenzó su trabajo en el concepto del programa Sesame Street, un show infantil, que buscaba educar de forma entretenida a los niños.
En 1969, Sesame Street fue estrenado en PBS y se convirtió en el programa infantil más exitoso de la televisión en Norteamérica. Gracias al éxito televisivo de su obra, Joan Ganz Cooney fue galardonada con tres premios Emmy, un premio de cine Peabody, una estrella en el paseo de la fama de la televisión, y fue nombrada por el presidente Bill Clinton como la única mujer en el grupo que se encargaría de la reorganización de la televisión pública en los Estados Unidos.
Joan Ganz Cooney no sólo se destacó en la producción de programas infantiles, también fue una activista social y trabajó en diversas organizaciones con enfoque en el mejoramiento de la vida de los habitantes de Nueva York. En 1978 Cooney se convirtió en la primera presidenta mujer del consejo municipal de Nueva York y en 1987 fue nombrada en el salón de la fama de la mujer norteamericana. A lo largo de su vida, Joan Ganz Cooney dejó una huella imborrable en la televisión y en la sociedad, convirtiéndose en un icono del mundo de la televisión.