Biografía de Jill Blackwood
Antes de convertirse en actor, Jill Blackwood llevó una vida común y corriente en la que estuvo en busca de una vocación que le apasionara y le diera un sentido de vida. Nació y creció en una pequeña ciudad en el mediooeste estadounidense al seno de una familia de clase media que tenía un pequeño negocio en el que participaba.
Durante su adolescencia, se caracterizaba por ser una chica muy callada, tímida y reservada, lo que le hacía difícil conectar con los demás y expresarse de manera adecuada, aunque siempre le gustaba estar en contacto con la interpretación, empezando a interesarse por el arte y la música, tocando el piano y practicando la danza.
Terminada su etapa escolar, se mudó a Nueva York con la idea de estudiar una carrera universitaria, pero sin saber qué camino elegir en su vida. En esa ciudad empezó a experimentar una nueva etapa de descubrimientos culturales y personales, viajando y haciendo nuevos amigos. Fue en ese momento cuando descubrió su vocación como actriz, y decidió estudiar drama en la universidad.
Después de graduarse, regresó a su hogar en el medio oeste y trabajó como recepcionista, profesora de teatro y directora de actores de teatro comunitarios. Pero su sueño era llegar a Hollywood y convertirse en una importante actriz. Entonces, decidió hacer su maleta y mudarse a la ciudad de Los Ángeles para empezar a luchar en el mundo del cine y la televisión.
En LA, Jill trabajó como camarera para poder subsistir y a la vez estar cerca de los grandes estudios. Pronto se hizo con un pequeño papel en una película independiente que tuvo cierto éxito. Poco a poco comenzó a obtener roles más importantes en producciones de Hollywood, lo que le permitió forjar una carrera sólida en el mundo del entretenimiento. Actualmente, es reconocida en la industria como una de las actrices más talentosas de su generación y se ha convertido en una de las principales referentes del cine y la televisión.