Biografía de Jack Luden
Jack Luden nació en Canadá, en la ciudad de Toronto, en 1883. A pesar de haber crecido en una familia humilde, tuvo la oportunidad de estudiar en la Universidad de Toronto, donde se graduó en Filosofía. Tras finalizar sus estudios, decidió viajar a Nueva York en busca de nuevas oportunidades laborales y allí comenzó su carrera como periodista.
Luden trabajó para varios periódicos de la ciudad, cubriendo todo tipo de noticias, desde crimen hasta política, y escribiendo editoriales. Era considerado un periodista brillante y respetado por sus colegas y por el público. Sin embargo, después de varios años en el mundo del periodismo, Luden comenzó a sentir que su verdadera pasión estaba en otro lugar.
Fue en la década de 1910 cuando Luden comenzó a actuar en el teatro. Primero, comenzó como actor de reparto y pronto se hizo un nombre en el circuito del teatro de Broadway. Durante una gira en Londres, conoció a la actriz británica Beatrice de Cardi, con quien se casó en 1916. Los dos vivieron en Londres durante algunos años y tuvieron una hija, antes de regresar a Estados Unidos.
Luden encontró fama en el mundo del cine mudo a principios de la década de 1920. Apareció en varias películas importantes, incluyendo el filme de Frank Capra “El enemigo público” (1931), pero su época dorada fue corta. A finales de la década de 1920, el cine sonoro comenzó a desplazar el cine mudo, lo que provocó la caída en desgracia para muchos actores. Luden, que tenía una voz desagradable, tuvo dificultades para hacer la transición.
En los años 30, Luden apareció en varias películas menores, pero nunca recuperó la fama que había tenido en la década anterior. A pesar de ello, siguió trabajando como actor durante el resto de su vida, apareciendo en más de 115 películas. Murió en Hollywood en 1951, a los 67 años de edad.
Pese a su relativa obscuridad en las últimas décadas de su vida, Luden tuvo una carrera cinematográfica en la que se destacó por ser un actor muy versátil, capaz de interpretar una amplia gama de personajes, desde villanos hasta personajes secundarios que resaltaron gracias a su carisma frente a las cámaras. Su constante trabajo le permitió mantenerse como actor durante muchas décadas y ser considerado hoy en día, como uno de los nombres emblemáticos de la época dorada del cine de Hollywood.