Biografía de Issei Sagawa
sexual.
Issei Sagawa es un hombre japonés nacido en 1949 en Kobe, Hyōgo. Durante su infancia, sufrió de una condición hormonal que causó que su altura fuera considerablemente menor que la de sus compañeros de clase. A menudo era objeto de burla y violencia física por parte de ellos. También se dice que su padre, un empresario de éxito, era bastante autoritario y le exigía mucho a su hijo. A pesar de estos problemas, Sagawa siempre mantuvo una gran fascinación por la cultura francesa y es en la universidad cuando decide centrarse en su carrera en la literatura y el idioma francés.
En 1981, Sagawa, entonces estudiante graduado de literatura comparada en la Sorbona de París, asesinó y luego canibalizó a una compañera de clase llamada Renée Hartevelt, una estudiante holandesa. Según Sagawa, él y Hartevelt habían acordado hacer un proyecto para su tesis junte en su apartamento. Allí, Sagawa aprovechó para dispararle en la nuca con un rifle y luego cometer actos de necrofilia y canibalismo sobre su cuerpo. La policía parisina arrestó a Sagawa y considerándolo enfermo mental, fue ingresado en un hospital psiquiátrico donde permaneció durante dos años, antes de ser extraditado a Japón al país de origen para recibir tratamiento.
En Japón, Sagawa fue sometido a un examen psiquiátrico y, según los informes, se determinó que era mentalmente inestable pero no psicótico. Sorprendentemente, Sagawa escapó de la justicia porque un error de procedimiento en la investigación. Algo inaudito se cumplió: un juez francés afirmó que contra Sagawa, el único acusado en el crimen, no habían pruebas suficientes para un juicio y decidió que sería un riesgo enviarle a juicio y el hombre fue liberado. Desde ese día, Sagawa se convirtió en una especie de celebridad en su país, apareciendo en programas de televisión y realizando entrevistas para contar su historia. Luego escribió un libro llamado "En la nieve", una meditación sobre el asesinato y la necrofilia, convirtiéndolo en un éxito instantáneo.
En años posteriores, Sagawa intentó otras formas de llamar la atención pública, en una entrevista se pudo conocer que intentó vender su arte, que consistía en pinturas con temas de cuerpos humanos y modelos femeninas desnudas. Sin embargo, el negocio no prosperó. También hizo apariciones en películas porno y otros medios de comunicación de una manera polémica. En los años siguientes, Sagawa se convirtió en una figura conocida en Japón, pero también fue objeto de críticas y mofas debido a sus malas elecciones. Ha pasado gran parte de su vida en Francia, donde la música y la cultura fueron clave para que no se sintiera marginado. Hoy en día todavía es una figura infame en Japón, conocido por sus actos perturbadores y sus obsesiones poco usuales.
