Biografía de Helga Dernesch
Para hablar de la vida de Helga Dernesch antes de convertirse en actriz, es importante mencionar que ella estaba destinada a ser pintora. Nació en Viena, Austria, el 14 de febrero de 1939, en una familia de artistas. Desde muy joven, tuvo interés en las artes y se le presentó la oportunidad de estudiar pintura en la Academia de Bellas Artes de Viena. Sin embargo, su amor por la música y el canto eventualmente la llevaría a otro camino.
Dernesch comenzó su carrera en la ópera a la edad de 20 años en el Teatro de la Ópera del Estado de Viena. Debutó en el papel de la Condesa Almaviva en la ópera de Mozart, "Las bodas de Fígaro". Su talento, combinado con una gran presencia y una voz poderosa, rápidamente llamó la atención de los críticos y del público. Su actuación impresionó a Herbert von Karajan, quien la contrató para la Ópera Estatal de Berlín en 1962.
Los años siguientes, se afianzó la carrera de Dernesch con presentaciones en los principales teatros de Europa y Estados Unidos. Ganó tal popularidad que incluso tuvo una aparición en la televisión estadounidense en "The Ed Sullivan Show". También se convirtió en la cantante de ópera más joven en recibir el título de "Kammersängerin" por la Ópera Estatal de Viena.
Dernesch fue una de las voces más importantes de la segunda mitad del siglo XX. Se destacó especialmente en roles como Kundry en "Parsifal" de Richard Wagner, Isolda en "Tristán e Isolda" y Brünnhilde en las óperas de Wagner de "El Anillo del Nibelungo". Trabajó con los mejores directores, entre ellos Karl Böhm, Leonard Bernstein, Claudio Abbado y Sir Georg Solti.
En el año 1990, Dernesch retiró de la ópera y decidió centrarse en la enseñanza y la dirección de la música. Fue aclamada como una de las mejores maestras de canto, y recibió el cargo de enseñanza en la Escuela de Música de Viena.
En resumen, la vida de Helga Dernesch antes de convertirse en actriz estuvo enfocada en la pintura, pero su amor por la música y el canto la llevó a una carrera exitosa como cantante de ópera. Su voz poderosa y sus actuaciones impresionantes le ganaron el respeto y reconocimiento de la crítica y el público. Además de su carrera en la ópera, también se destacó por su habilidad como maestra de canto y directora musical. Aunque ya no se presenta en la ópera, su legado como una de las voces más importantes del siglo XX sigue vivo hoy en día.