Biografía de Hanan Polyakov
Hanan Polyakov nació en una familia judía en Tel Aviv, Israel en 1977. Desde joven, fue siempre muy activo y resuelto. A los cinco años, comenzó a hacer gimnasia rítmica y se dedicó a entrenar duro, lo que le llevó a competir en torneos locales e internacionales. Además, también le interesaba la actuación: desde los ocho años comenzó a actuar en obras escolares.
Después de graduarse de la escuela secundaria, Hanan sintió la necesidad de explorar más allá de Israel y se mudó a Europa, donde comenzó a estudiar Arte y Diseño en una universidad. Sin embargo, después de un par de años, decidió que su verdadera pasión era el mundo del espectáculo y volvió a Israel para seguir sus sueños.
Trabajó en diversos empleos para poder mantenerse mientras se conectaba a la industria del entretenimiento israelí y finalmente encontró trabajo como representante de artistas en una importante agencia de talentos. Este trabajo fue muy importante para Hanan, ya que le dio la oportunidad de conocer a muchas personas influyentes en la industria, aunque sentía que aún no había realizado sus objetivos personales.
Finalmente, Hanan hizo un cambio de carrera a los 28 años cuando decidió centrarse en su verdadera pasión: la actuación. A pesar de tener un comienzo tardío, Hanan se matriculó en la Escuela de Teatro Beit Zvi en Ramat Gan, Israel, y comenzó a estudiar actuación a tiempo completo.
Después de graduarse, Hanan consiguió numerosos papeles en teatro y más tarde en televisión. También recibió elogios por su papel principal en la película "Cloud", que se proyectó en varios festivales de cine internacionales y le valió una nominación al Ariel Award en su país de origen.
En resumen, la vida de Hanan Polyakov antes de convertirse en actor fue una historia dinámica de un joven israelí que trabajó duro para abrirse camino en la vida y encontrar su verdadera pasión. Su experiencia en la gimnasia rítmica y su carrera como representante de artistas le sirvieron como un trampolín hacia su carrera como actor, y demostró que nunca es demasiado tarde para seguir los sueños.