Biografía de Hal Ashby
Hal Ashby fue uno de los cineastas más influyentes de los años 70, conocido por películas como "Harold and Maude", "Being There" y "Shampoo". Pero antes de convertirse en director, Ashby tuvo una vida interesante y variada que lo llevó a través de una serie de trabajos y experiencias que finalmente lo llevaron al cine.
Nacido en Ogden, Utah, el 2 de septiembre de 1929, Ashby creció en Los Angeles. Su padre era un ejecutivo de cine y su madre era una actriz, por lo que Ashby creció en un entorno que estaba sumergido en el mundo del cine. Durante su juventud, Ashby trabajó en una variedad de trabajos, desde conductor de camiones hasta aprendiz de carpintero, y luego ingresó al ejército para servir en Corea.
Cuando regresó a Los Ángeles, Ashby consiguió un trabajo como editor de documentales en una pequeña compañía de producción. Luego se trasladó a trabajar en la televisión en programas como "The Andy Griffith Show" y "The Beverly Hillbillies". Sin embargo, Ashby no estaba contento con su trabajo y decidió seguir su verdadera pasión: la música.
Ashby organizó la banda de sonido de la película de 1967 "The Thomas Crown Affair", que se convirtió en un gran éxito. Esto llevó al productor Norman Jewison a contratar a Ashby para trabajar como editor de sonido en su próxima película, "Gaily, Gaily". Ashby cautivó a Jewison con su talento, su energía y su creatividad, y pronto se convirtió en uno de sus editores de cine más confiables.
Tras varios años trabajando como editor en numerosas películas, Ashby finalmente tomó el salto a la dirección con "The Landlord" en 1970. Después de eso, dirigió una serie de películas notables, incluyendo la comedia negra "Harold and Maude" en 1971, "The Last Detail" en 1973 y "Shampoo" en 1975. La película de Ashby de 1976 "Bound for Glory" le valió un Premio de la Academia a mejor fotografía.
Aunque Ashby tuvo un gran éxito como director durante su carrera, también tuvo que luchar contra adicciones a las drogas y al alcohol. Finalmente, dejó de dirigir en la década de 1980 y murió en 1988 a los 59 años de edad. Sin embargo, su legado en la industria cinematográfica ha perdurado a través de su impresionante cuerpo de trabajo y su reputación como uno de los talentos más singulares y visionarios del cine estadounidense.