Biografía de Gregorio Zabala
Gregorio Zabala nació el 12 de agosto de 1898 en Lasarte-Oria, un pequeño pueblo de Guipuzcoa, País Vasco, España. Era el segundo de cuatro hermanos y creció en una familia dedicada a la agricultura y la ganadería. Desde muy joven, Gregorio demostró su pasión por la interpretación, participando en obras de teatro escolares y recitales de poesía.
Sin embargo, debido a la situación económica de su familia, Gregorio tuvo que dejar los estudios y comenzar a trabajar en la fábrica de papel de su padre. A pesar de ello, continuó su formación teatral de forma autodidacta, leyendo libros y asistiendo a funciones en su tiempo libre. En 1921, se trasladó a Madrid con la intención de dedicarse por completo a la actuación.
Durante sus primeros años en la capital, Gregorio tuvo que trabajar en diversos empleos para ganarse la vida, como vendedor ambulante, ensayador en una compañía teatral y dependiente en una tienda de ropa. Sin embargo, su perseverancia y talento le permitieron ir abriéndose paso en el mundo del espectáculo: primero como actor de reparto en compañías teatrales, luego como protagonista en obras de éxito y finalmente como director de su propia compañía.
Gregorio Zabala alcanzó la fama con la obra "La dolores", de José Feliú y Codina, que estrenó en 1929 en el Teatro Romea de Barcelona. Su interpretación del personaje de "Plácido", un joven galán enamorado de "La Dolores", fue un éxito rotundo que le llevó a protagonizar numerosas películas en las décadas de 1930 y 1940. Entre sus películas más recordadas se encuentran "La hija de Juan Simón" (1935), "Los cuatro robinsones" (1939), "La venta de Vargas" (1942) y "Felipe Derblay" (1944).
Además de su carrera como actor, Gregorio Zabala también destacó como empresario teatral y como director de escena. Fundó su propia compañía en 1929, con la que realizó numerosas giras por España y América Latina, y produjo varias obras de éxito como "La casa de los Cuervos" y "La baronesa del chaflán". También dirigió algunas películas, como "La moza del cántaro" (1949) o "La niña de la venta" (1951), aunque su verdadera pasión siempre fue el teatro.
Gregorio Zabala falleció en Madrid el 17 de octubre de 1966, a los 68 años, dejando un legado como uno de los actores y empresarios más importantes del teatro español del siglo XX. Su memoria sigue viva en la televisión, con la reposición de películas como "La dolores" o "La hija de Juan Simón", y en el mundo del teatro, donde su nombre sigue sonando con admiración y respeto.