Biografía de Graciela Alterio
Graciela Alterio es una actriz argentina nacida en Buenos Aires en 1950. Antes de convertirse en actriz, tuvo una vida bastante diversa y cambiante, que la llevó a explorar diferentes áreas del arte y la cultura. Graciela creció en el seno de una familia de artistas: su padre, el famoso actor Héctor Alterio, y su madre, Tita Cervera, también se dedicaban al teatro y a la música, respectivamente. Gracias a su ambiente familiar, la joven Graciela mostró desde temprana edad un gran interés por la actuación y la interpretación.
A pesar de estos antecedentes, Graciela decidió empezar su carrera en el cine, como asistente de dirección en la película "Los siete locos", de Leopoldo Torre Nilsson. También se dedicó al diseño de vestuario, trabajando en la famosa revista "Primera Plana", y en la realización de documentales. Fue recién hacia finales de los años 60 que Graciela comenzó a interesarse más activamente en la actuación.
En 1969, debutó en el teatro junto a su padre en la obra "La cautiva", de Eduardo Pavlovsky. Pronto empezó a cosechar numerosos éxitos en los escenarios, tanto en Argentina como en España, donde se radicó durante algunos años. Algunas de las obras más reconocidas en las que participó fueron "La señorita de Tacna", "La noche de los asesinos", "El jardín de los cerezos" y "Contigo pan y cebolla".
Además de su carrera teatral, Graciela hizo incursiones en la televisión y el cine. En la pantalla chica, participó en algunas telenovelas como "Los hermanos" y "Esa provinciana", y en programas humorísticos como "Las mil y una de Sapag", junto a grandes figuras como Enrique Pinti y Antonio Gasalla. En la pantalla grande, Graciela trabajó con importantes directores argentinos y españoles, como Adolfo Aristarain, Fernando Colomo y Alejandro Agresti. Se destacó en películas como "La tregua", "Tiempo de revancha", "Cien veces no debo" y "Matar al abuelito", por la que obtuvo el premio a mejor actriz en la Semana Internacional de Cine de Valladolid.
En definitiva, la vida de Graciela Alterio antes de convertirse en actriz estuvo marcada por una gran curiosidad y un interés constante por el arte y la cultura. Si bien su camino no fue lineal ni directo, todas las experiencias que acumuló en distintas áreas le permitieron desarrollar su gran talento como actriz, convirtiéndose en una de las figuras más destacadas del teatro, cine y televisión argentinos.