Biografía de Grace Sprott
Grace Sprott nació como Harriet Hosmer en Watertown, Massachusetts, en 1830. Fue la hija mayor de seis hijos y creció en una familia de clase media. Desde temprana edad, mostró un gran talento para la escultura y pasaba horas esculpiendo en arcilla y yeso. Fue educada en casa por su padre y luego fue enviada a una escuela de señoritas en St. Louis, donde continuó su formación artística.
En 1852, a los 22 años, Hosmer se trasladó a Roma, Italia, donde estableció un estudio y se convirtió en una de las artistas más importantes de la ciudad. Trabajó con el famoso escultor neoclásico John Gibson y se especializó en la creación de retratos y esculturas de temas mitológicos. En 1858, expuso su obra en la Academia de Arte de Florencia y recibió elogios de toda Europa.
Fue en Roma donde conoció a la escritora y feminista estadounidense Charlotte Cushman, quien se convirtió en su mentora y amante. Cushman fue una influencia importante en la vida de Hosmer y la inspiró a buscar la libertad creativa y personal. También le abrió las puertas al mundo del teatro, y Hosmer comenzó a escribir y dirigir obras de teatro.
En 1862, Hosmer y Cushman se separaron y Hosmer decidió regresar a los Estados Unidos. Allí continuó su carrera como escultora y se mantuvo activa en los círculos literarios y de arte en Nueva York y Boston. También se convirtió en una abolicionista y simpatizante del movimiento sufragista, luchando por los derechos de las mujeres y las minorías.
A pesar de su éxito en la escultura, Hosmer también tenía un gran talento para la actuación y el teatro. En 1874, debutó en el papel de Isabella en la obra "Measure for Measure" de Shakespeare, convirtiéndose en una actriz aclamada por la crítica y el público. Cambió su nombre a Grace Sprott y continuó actuando en las principales producciones teatrales de la época.
En resumen, Grace Sprott fue una destacada escultora y actriz estadounidense que vivió en el siglo XIX. Comenzó su carrera en Roma, donde se convirtió en una de las artistas más importantes de la ciudad. Luego conoció a Charlotte Cushman, quien la inspiró a buscar la libertad creativa y personal y la introdujo en el mundo del teatro. A pesar de su éxito en la escultura, también tenía un gran talento para la actuación y se convirtió en una actriz aclamada por la crítica y el público en las principales producciones teatrales de la época. También fue una abolicionista y simpatizante del movimiento sufragista, luchando por los derechos de las mujeres y las minorías.