Biografía de Friedrich Karl Praetorius
Friedrich Karl Praetorius nació el 14 de septiembre de 1886 en Frankfurt an der Oder, Alemania. Era el segundo de los siete hijos de una familia acomodada en la que su padre era un influyente abogado. Aunque su familia era de origen protestante, durante la adolescencia de Praetorius, sus padres se convirtieron al judaísmo por sus convicciones y por la influencia de amigos cercanos.
Praetorius, quien era conocido por sus amigos como Fritz, asistió a la escuela secundaria en Berlin y luego estudió derecho y ciencias políticas en la Universidad de Heidelberg. Durante su juventud, fue un ávido deportista y también se desempeñó como oficial del Ejército Alemán durante la Primera Guerra Mundial, aunque en realidad no luchó en ninguna batalla.
Después de la guerra, Praetorius comenzó su carrera en el mundo del teatro al unirse al Berliner Ensemble como asesor. Pronto se convirtió en un prolífico escritor de obras de teatro y guiones de películas, y fue uno de los fundadores de la Federación Alemana de Guionistas. También se desempeñó como crítico de teatro y cine para varias publicaciones.
Praetorius era conocido por su fuerte oposición al régimen nazi y al antisemitismo, y escribió varias obras de teatro y guiones de cine que se burlaban y criticaban el gobierno de Adolf Hitler. Debido a su postura política, Praetorius fue perseguido por las autoridades nazis y finalmente fue arrestado por la Gestapo en 1944. Fue enviado al campo de concentración de Buchenwald, donde permaneció hasta que fue liberado por tropas estadounidenses en 1945.
Después de su liberación, Praetorius se interesó más en la actuación y se convirtió en uno de los miembros principales del Teatro Nacional de Berlín. También apareció en varias películas importantes, incluyendo la producción de E. A. Dupont "El demonio es un hombre", en 1953.
Friedrich Karl Praetorius murió el 17 de abril de 1958 en Berlín. Aunque su carrera y vida personal estuvieron llenas de altibajos, sus contribuciones en el mundo de la literatura, teatro y cine lo convierten en una figura emblemática de la cultura alemana y uno de los grandes antifascistas de su tiempo.