Biografía de Eugene O'Neill
Eugene Gladstone O'Neill nació en una familia irlandesa en octubre de 1888 en una pequeña ciudad de Connecticut. Su madre, Mary Ellen Quinlan, era actriz y su padre James O'Neill, también era actor. James había sido un gran éxito en la producción de El Conde de Montecristo, pero estaba cansado de hacer el mismo papel durante años y se sintió atrapado en un papel que no lo desafiaba.
La infancia de Eugene fue difícil, sus padres se mudaban constantemente de ciudad en ciudad y vivían en hoteles o pensiones. Creció en un ambiente de alcoholismo, pobreza y resentimiento. Eugene asistió a varias escuelas católicas, pero no fue un estudiante sobresaliente. De hecho, llegó a ser expulsado de la universidad de Princeton después de sólo un año de estudios.
En 1912, Eugene navegó hacia Buenos Aires para trabajar en una compañía de carga. Durante su tiempo allí, escribió algunas de sus primeras obras, pero fueron rechazadas. Luego, se unió a la Legión Extranjera Francesa y luchó en la Primera Guerra Mundial, lo que le dejó graves lesiones físicas y psicológicas. Cuando regresó a los Estados Unidos, se dedicó a escribir obras de teatro y se convirtió en un dramaturgo importante en la escena de Broadway en la década de 1920.
Entre sus obras más destacadas se encuentran, "El emperador Jones", la cual contó con la actuación de Paul Robeson, "Más allá del horizonte", "El extraño interno" y su obra maestra, "Largo viaje hacia la noche", la cual se convirtió en un éxito fuera de Broadway muchos años después de su muerte. La mayoría de sus obras estaban inspiradas en su propia vida y en la vida de su familia.
Eugene O'Neill fue galardonado con cuatro Premios Pulitzer, un Premio Nobel de Literatura y es considerado uno de los más grandes dramaturgos de todos los tiempos. A pesar de tener una vida personal problemática y complicada, dejó un legado duradero en la escena teatral estadounidense y su influencia continúa siendo evidente en el teatro contemporáneo. Es recordado por su prosa poética y su exploración profunda de la condición humana.