Biografía de Erna Morena
Erna Morena es conocida por su trabajo como actriz de cine mudo en la década de 1920 en Alemania, Francia y los Estados Unidos. Su verdadero nombre era Ernestine Mary Morawietz, nació en Augsburgo, Alemania en 1885. Su padre era un químico y su madre una cantante y actriz de ópera. Aunque ambos padres pensaban que Ernestine debería seguir los pasos de su madre, la joven Ernestine decidió estudiar enfermería.
Después de completar sus estudios, Ernestine se unió a un grupo de teatro itinerante y actuó en varios papeles en compañías de ópera en toda Europa. Hacia 1912, se había establecido en la ciudad de Núremberg, donde fundó su propia compañía de teatro. Fue en ese momento que adoptó su nombre artístico, 'Morena', una abreviatura de su apellido de soltera, 'Morawietz'.
En 1913, Erna Morena fue 'descubierta' por el director alemán de cine mudo Paul Wegener, que la seleccionó para su próxima película "El Golem". La película fue un gran éxito y Erna Morena se convirtió en una estrella de cine instantánea. Morena actuó en una serie de películas alemanas antes de ser contratada por la productora francesa Films Albatros en 1920, donde trabajó junto a directores como Marcel L'Herbier y Abel Gance.
Erna Morena saltó a la fama internacional con su actuación en la película de Fritz Lang "Metrópolis" en 1927, donde interpretó a la malvada intérprete de danza robótica. La película fue un éxito de taquilla y se convirtió en un hito en la historia del cine. Morena trabajó en varias películas en los Estados Unidos a principios de la década de 1930 antes de retirarse del cine en la década de 1940. Erna Morena nunca se casó y murió en el olvido en París en 1962.
La vida de Erna Morena antes de convertirse en actriz fue extremadamente interesante y diversa. De una figura importante en la ópera, su madre, a una enfermera comprometida, pasando por ser la creadora y dueña de su propia compañía de teatro, Ernestine Morena siempre sintió la necesidad de dedicarse al arte. Con su carácter curioso y con ansias de expressarse, su carrera y su vida siempre habían sido forjadas por la creatividad y la pasión por el arte. Sin embargo, es probable que nunca se haya imaginado que estaba destinada a convertirse en una de las actrices más populares de la era del cine mudo.
Aunque se la recuerda por su belleza y su presencia teatral, Morena también dedicó años de su vida en la enfermería y la actuación en compañías de ópera. Su dedicación y experiencia en distintos campos artísticos, no solo en la actuación, explican su único estilo interpretativo, muy valorado por los directores más importantes de la época. Su camino hacia el estrellato no fue fácil y es una demostración de su lucha incansable y su determinación. Erna Morena siempre será recordada como una de las figuras más importantes del cine clásico, una actriz que introdujo la emoción y la pasión en el arte de la actuación, y que dejó un legado impresionante en la historia del cine.
