Biografía de Dietlinde Greiff
Dietlinde Greiff nació en una familia de clase media en la ciudad de Karlsruhe, Alemania, en 1921. Su padre era un exitoso comerciante y su madre se dedicaba a la casa y a la crianza de sus hijos. Desde muy joven, Dietlinde mostró un gran talento para la música, y sus padres la inscribieron en clases de piano y canto. A los 18 años se graduó de la escuela secundaria y decidió dedicarse a la música de manera profesional.
Durante los años previos a la Segunda Guerra Mundial, Dietlinde comenzó a dar sus primeros conciertos por toda Alemania. Su voz dulce y su talento al piano la llevaron a presentarse en importantes teatros y salones de música. Sin embargo, con la llegada de los nazis al poder en 1933, su carrera se vio amenazada. Su familia era considerada “judía” según las nuevas leyes raciales del régimen, y Dietlinde tuvo que interrumpir sus conciertos y clases de música. Se mantuvo activa en la resistencia cultural, interpretando canciones prohibidas y clandestinas en casas particulares y en pequeños clubes artísticos.
En 1943, justo antes del final de la guerra y la posterior liberación de Alemania, Dietlinde conoció a un grupo de actores y directores que se hallaban en plena búsqueda de talentos para una nueva compañía teatral. Dadas sus habilidades y su gran presencia en el escenario, fue seleccionada para unirse al grupo. Hizo su debut en el teatro en una obra de Bertolt Brecht, llamada “La Madre”. Luego de una serie de presentaciones exitosas, la compañía se volcó al cine, y Dietlinde rápidamente fue contratada para su primera película, “El Testigo”.
El resto, como se dice, es historia: Dietlinde Greiff se convirtió en una de las actrices más famosas de la postguerra en Alemania. En una carrera que se extendió durante tres décadas, trabajó en más de 70 películas, así como también en la televisión y el teatro. Algunas de las películas más conocidas en las que participó fueron “Un lugar en el sol”, “Una mujer en peligro” y “La pasajera”. Su estilo de actuación natural y sin artificios, así como su belleza clásica, cautivaron a públicos de todas las edades en toda Europa. Dietlinde murió en 2008, a los 87 años de edad.