Biografía de David H. MacDonald
David H. MacDonald nació el 19 de noviembre de 1904 en Redvers, Saskatchewan, Canadá. Desde joven, MacDonald estuvo interesado en la industria cinematográfica. Después de completar su educación secundaria, se mudó a California para estudiar actuación. Luego de varios años de estudio, comenzó a trabajar en la producción de largometrajes y documentales. Sin embargo, MacDonald se dio cuenta de que quería más que sólo trabajar como actor, así que comenzó a escribir guiones y dirigir para la pantalla grande.
En 1934, MacDonald coescribió y dirigió su primer largometraje, "The Crime of Helen Stanley". Este thriller de misterio fue bien recibido y catapultó su carrera como director. Continuó trabajando en películas de todo tipo, desde thrillers policíacos hasta drama romántico. Durante su carrera, dirigió más de 50 largometrajes y produjo más de 20.
A pesar de que siempre había sido un ávido cineasta, MacDonald se interesó por otros negocios también. En la década de 1940, con la popularidad del cine en auge, MacDonald comenzó a distribuir películas extranjeras en América del Norte. También fue presidente de una compañía de operación de teatro. En 1950, fundó una compañía de producción llamada Cosmos.
Hay que destacar que la carrera de MacDonald no siempre estuvo llena de éxitos. Al principio de su carrera, tuvo que sobrevivir a la Gran Depresión, lo que lo obligó a trabajar en trabajos no relacionados con el cine. Además, algunos de sus proyectos cinematográficos fueron criticados y no alcanzaron el éxito esperado.
Cuando su carrera en la industria del cine disminuyó, MacDonald se retiró a su vida privada y se mudó a Phoenix, Arizona. Allí, su amor por la jardinería floreció y llegó a ser un renombrado cultivador de flores y plantas. A los 82 años de edad, MacDonald falleció en Phoenix, Arizona, en 1983.
A pesar de las luchas y los fracasos, David H. MacDonald fue capaz de mantenerse en la industria cinematográfica durante más de tres décadas. Sus contribuciones a la industria del cine se pueden percibir en la gran cantidad de películas que dejó atrás. Su habilidad para escribir, dirigir y producir destacó su destreza en la industria cinematográfica; aunque algunos de sus proyectos recibieran críticas mediocres, MacDonald siempre mantuvo su amor por el cine.
