Biografía de Boris Smolkin
Boris Smolkin nació en la ciudad de Nizhniy Novgorod, Rusia, en 1888. Su familia era muy humilde, y Boris se vio obligado a trabajar desde muy joven para ayudar económicamente. En sus primeros años de vida, Boris trabajó como carpintero y se ganaba apenas para sobrevivir.
Con el tiempo, Boris descubrió su amor por la música y comenzó a estudiarla de manera autodidacta. A los 18 años, se alistó en la armada rusa y se unió a la banda militar como clarinetista. A través de la banda, Boris pudo viajar por todo el país y, ocasionalmente, por Europa.
Después de su tiempo en el ejército, Boris se unió a una compañía de ópera, pero su carrera se vio interrumpida por la Primera Guerra Mundial. Durante el conflicto, Boris fue herido y capturado por el ejército austrohúngaro, pero logró escapar y regresar a Rusia.
Después de la Revolución Rusa de 1917, Boris se unió al Ejército Rojo, pero pronto descubrió que su verdadera pasión era el teatro y la actuación. Boris comenzó a actuar en pequeñas obras de teatro en Moscú y finalmente se unió al famoso Teatro de Arte de Moscú, donde actuó en algunas de las obras más importantes del teatro ruso.
Boris se estableció como un actor y director muy respetado en la Unión Soviética y trabajó en el teatro y en las películas durante toda su vida. A pesar de la dificultad para actuar durante la era estalinista, Boris se mantuvo fiel a sus principios y continuó trabajando hasta su muerte, en 1945.
El legado de Boris Smolkin vive en sus películas y en su impacto en el mundo del teatro ruso. Sus papeles en obras como "La gaviota" de Chejov y "Un inspector llama" de Priestley, son considerados algunos de los más influyentes en el teatro moderno ruso. Boris demostró que a través del trabajo duro y el sacrificio, cualquier persona puede lograr sus sueños y convertirse en una leyenda del arte.