Biografía de Blanca de Montenegro
Blanca de Montenegro, nació en la ciudad de Cetinje, Montenegro, en el año de 1887. Su padre, Nikola Petrović-Njegoš, era el Príncipe de Montenegro y su madre, Milena, pertenecía a una distinguida familia serbia. Blanca creció en el seno de una familia que pertenecía a la realeza de los Balkanes, por lo que desde temprana edad recibió una educación privilegiada y fue instruida en diferentes idiomas como el francés, alemán, italiano e inglés.
Durante su adolescencia, Blanca fue una chica rebelde y vivaz, que disfrutaba de las fiestas y los bailes. Sin embargo, su vida daría un giro inesperado cuando a los 17 años, sus padres le informaron que había sido prometida en matrimonio con el Príncipe Danilo de Montenegro, primo segundo suyo. En contra de su voluntad, Blanca tuvo que cumplir con la tradición y casarse con el Príncipe en el año de 1906.
A partir de su matrimonio, Blanca se convirtió en Princesa de Montenegro y se estableció en Cetinje, donde continuó con sus estudios y comenzó a demostrar su interés por el arte y la cultura. Durante esta época, Blanca demostró ser una mujer muy audaz y tenaz, lo que la llevó a convertirse en una activista que luchaba por los derechos de las mujeres y trabajaba en la creación de organizaciones sociales. Asimismo, mostró un gran interés por el teatro y comenzó a actuar en distintas obras.
En 1918, tras la desaparición del Reino de Montenegro, y la adhesión al Reino de Yugoslavia, Blanca y su familia se mudaron a Francia, donde continuaron con sus actividades culturales. Sería en Paris donde Blanca iniciaría su carrera como actriz, apoyada por su esposo que no la privaba de nada y le permitía realizar sus deseos. Su debut fue en 1923 en la obra “La voix humaine” escrita por Jean Cocteau, adquiriendo una buena crítica por su actuación en la obra, lo que la llevaría a continuar su carrera en otros países como España e Inglaterra.
A pesar de que su matrimonio no fue del todo feliz, Blanca logró desarrollar su carrera como actriz y se convertiría en una de las figuras más importantes del teatro de la década de los años 20 y 30 en Europa. Su carrera artística se vio interrumpida debido al inicio de la Segunda Guerra Mundial, por lo que se retiró del mundo del espectáculo y retornando a Yugoslavia al final de la guerra. En la década de 1950, Blanca volvió a actuar en algunos proyectos teatrales, pero su salud se debilitó y fallecería en el año de 1977. Blanca de Montenegro sería recordada como una mujer valiente, inteligente y talentosa, que luchó por sus sueños y trabajó por el desarrollo de la cultura y la sociedad.