Biografía de Bill T. Jones
Bill T. Jones es conocido por su trabajo como coreógrafo y bailarín, pero su vida antes de convertirse en artista fue muy diversa. Nacido en 1952 en Bunnell, Florida, Jones fue criado en la ciudad industrial de Wayland, Nueva York, donde su padre trabajaba como obrero en una fábrica de papel. Desde muy joven, Jones se interesó por la música y el baile, pero también se sintió atraído por la política y la poesía.
Después de graduarse de la escuela secundaria, Jones asistió a varios colegios, pero nunca se graduó. En cambio, decidió unirse al ejército y fue enviado a la Guerra de Vietnam en 1971. Durante su tiempo allí, Jones se involucró en la cultura local y aprendió a bailar con los lugareños. Esta experiencia tuvo un gran impacto en su vida y carrera posterior.
Después de volver de la guerra, Jones se mudó a Nueva York para seguir su carrera en el baile. En la década de 1970, se convirtió en un miembro destacado de la comunidad de danza experimental de la ciudad, colaborando con artistas como Arnie Zane y la compañía de danza de Lucinda Childs. En 1982, Jones y Zane fundaron su propia compañía de danza, Bill T. Jones/Arnie Zane & Company.
A lo largo de los años 80 y 90, Jones se convirtió en uno de los coreógrafos más innovadores de la danza contemporánea, fusionando elementos de la danza moderna y el teatro físico con la música y las artes plásticas. Su trabajo exploraba temas de raza, sexualidad, identidad de género y VIH/SIDA, y a menudo era controvertido y provocativo.
En 1994, Jones sufrió una gran tragedia cuando su pareja y colaborador creativo, Arnie Zane, murió de VIH/SIDA. A pesar de la pérdida, Jones continuó creando y dando forma a su trabajo durante la siguiente década. En 2007, se convirtió en el director artístico del New York Live Arts, una organización que apoya la danza, el teatro y la performance en vivo.
A lo largo de su carrera, Jones ha recibido numerosos premios y reconocimientos, incluyendo el Premio Kennedy del Gobierno de los Estados Unidos en las Artes Escénicas en 2010 y el Premio Dorothy y Lillian Gish en 2016. Su trabajo continúa desafiando las convenciones y explorando nuevas fronteras en el arte de la danza.