Biografía de Berthe Granval
Berthe Granval nació en París, Francia, el 23 de diciembre de 1885. Fue la hija mayor de una familia de clase media, y tuvo una infancia y adolescencia sin ningún tipo de sobresaltos. Sin embargo, a la edad de 21 años, su vida cambió por completo cuando se casó con un hombre llamado Anselme Bruneau, un apuesto joven de quien se enamoró perdidamente. Juntos, se mudaron a la ciudad de Nueva York, donde Berthe comenzó a trabajar como secretaria en una compañía de seguros.
A pesar de que su sueño siempre había sido convertirse en actriz, Berthe se resignó a su papel de esposa y secretaria, y dedicó su vida a su marido y a su trabajo en la aseguradora. Todo cambió en 1917, cuando Anselme murió en un trágico accidente de tráfico. Devastada por la pérdida de su marido y con nada que la retuviera en Nueva York, Berthe decidió regresar a París para empezar de nuevo.
De vuelta en su ciudad natal, Berthe comenzó a explorar su pasión por el teatro. Tomó clases de actuación y consiguió su primer papel en una producción local en 1918. Desde entonces, se dedicó por completo a la actuación, convirtiéndose en una actriz eminentemente teatral, aunque también trabajó en varias películas mudas y en la radio. Berthe fue muy exitosa en su carrera, siendo elogiada por su habilidad para interpretar personajes complejos y sutiles, y se la consideró una de las actrices más destacadas de su generación.
Sin embargo, la vida personal de Berthe no fue siempre tan satisfactoria como su carrera. En 1920, se casó con un director de teatro llamado Marcel Fabre, pero el matrimonio fue infeliz y terminó en divorcio en 1932. Berthe siguió trabajando en el teatro y en el cine, pero su carrera comenzó a declinar en la década de 1940. Enferma y debilitada, se retiró del mundo de la actuación en 1950, y murió pocos años después, el 3 de agosto de 1953, a la edad de 67 años. A pesar de haber sido una figura destacada en su época, Berthe Granval ha sido en gran medida relegada a los margenes de la historia del cine y el teatro, pero su legado sigue siendo importante para quienes aprecian la actuación como un arte.