Biografía de Attila Geréb
Attila Geréb es un actor y activista húngaro conocido por su trabajo en el Teatro Nacional de Hungría y por su lucha por los derechos humanos y la justicia social. Sin embargo, antes de convertirse en un actor destacado, la vida de Geréb estuvo marcada por una serie de experimentos e influencias que lo llevaron por diferentes caminos.
Nacido en Budapest en 1964, Geréb se interesó por primera vez en el teatro y la actuación mientras todavía estaba en la escuela secundaria. A pesar de su pasión por la actuación, no ingresó directamente al mundo del teatro después de la escuela, sino que se matriculó en la Universidad Eötvös Loránd de Budapest para estudiar física. Después de graduarse, trabajó en una variedad de trabajos, incluyendo como organista en una iglesia y como fotógrafo para un diario húngaro.
Fue en el mundo de la fotografía donde Geréb comenzó a experimentar con formas de expresión más innovadoras y alternativas. En la década de 1990, comenzó a trabajar en una técnica que llamó "fotopintura", en la que combinaba fotografías en blanco y negro con pintura en acuarela para crear imágenes evocadoras e impresionistas. Este trabajo lo llevó a ser invitado a exposiciones y festivales de arte en todo el mundo, lo que lo llevó a lugares como Tokio y Nueva York.
Finalmente, Geréb sintió que su verdadera pasión seguía siendo la actuación, así que decidió convertirse en actor a tiempo completo. En 1998, fue aceptado en la Academia de Teatro y Cine de Hungría, donde se graduó con honores en 2002. Desde entonces, ha aparecido en numerosas producciones teatrales, así como en varias películas y series de televisión.
Más allá de su trabajo en el escenario y en la pantalla, Geréb es conocido por su trabajo como activista por los derechos humanos en Hungría. En particular, ha trabajado en defensa de los derechos de las minorías y en oposición a las políticas discriminatorias del gobierno húngaro. En 2013, fue detenido por la policía húngara mientras filmaba un documental sobre la situación de los refugiados en el país, lo que provocó una reacción internacional y un llamado a la libertad de prensa y la justicia en Hungría.