Biografía de Atilla
Attila Ambrus, también conocido como "Robinson", es un hombre húngaro que ha pasado gran parte de su vida cometiendo robos y delitos menores en su ciudad natal, Budapest. Attila creció en la década de 1980 en una familia de clase trabajadora y comenzó a trabajar en una panadería desde muy joven. Sin embargo, Attila siempre tuvo una personalidad impredecible y rebelde, lo que lo llevó a interesarse en actividades peligrosas como el hockey sobre hielo y la lucha libre.
En su adolescencia, Attila se sumerge en el mundo del boxeo y se encuentra con un entrenador que le inculca su pasión por el deporte. Pero cuando su carrera en el boxeo no despega, Attila comienza a dedicarse al robo como una forma de vida. Por un tiempo, Attila se dedica a robar coches y negocios pequeños, pero pronto se enfocaría en su nuevo objetivo: bancos.
Attila robó por primera vez un banco cuando tenía 24 años, usando una pistola falsa y su habilidad para hacerse pasar por un oficial de policía. Con el tiempo, se volvió adicto al dinero fácil y comenzó a planear y ejecutar robos más complejos. A menudo usaba disfraces elaborados y habilidades para el engaño para lograr su objetivo. Sus delitos le llevaron a cumplir un total de 29 años en prisión, donde se interesó en la actuación.
Mientras estaba en la cárcel, Attila fue seleccionado para actuar en una obra de teatro para reclusos, lo que despertó su interés en la actuación. A su liberación en 2012, Attila decidió comenzar una carrera como actor y contrató a un agente para que lo ayudara a entrar en la industria del entretenimiento. Aunque todavía tenía dificultades para encontrar trabajo como actor debido a su pasado criminal, Attila finalmente tuvo éxito, y fue elegido en películas y series de televisión como "A nagy füzet" y "The Last Kingdom".
En resumen, Attila Ambrus fue un delincuente húngaro que pasó gran parte de su vida cometiendo robos y otros delitos menores. Comenzó su carrera criminal robando coches y pequeños negocios, pero pronto se enfocó en bancos. A menudo usaba disfraces y engaños para llevar a cabo sus robos. Después de cumplir 29 años en prisión, Attila descubrió su pasión por la actuación mientras se presentaba en una obra de teatro para los reclusos en la cárcel. A su liberación, decidió seguir una carrera como actor, a pesar de las dificultades para encontrar trabajo debido a su pasado criminal.