Biografía de Angel Molina
Antes de convertirse en actor, la vida de Angel Molina no fue fácil. Nacido en un barrio obrero de Barcelona en 1975, durante su infancia y adolescencia tuvo que hacer frente a distintos problemas familiares. Su padre, alcohólico, dejó a su madre cuando él tenía solo 10 años, y como consecuencia la familia tuvo que mudarse varias veces en busca de un hogar estable.
A pesar de todos estos obstáculos, Angel encontró en el deporte una forma de evasión y superación personal. Desde pequeño había mostrado interés por la natación, y a los 14 años comenzó a entrenar con un equipo local. De esta manera, logró destacar en competiciones regionales y nacionales, llegando a formar parte de la selección española en los años 90.
Sin embargo, su carrera deportiva se truncó por una lesión en la columna vertebral que le dejó sin poder caminar durante varios meses. Fue entonces cuando decidió explorar una nueva faceta de su vida: la interpretación. Siempre le había gustado el cine y el teatro, y decidió que podía ser un buen momento para probar suerte en este mundo.
Tras muchos esfuerzos y mucho estudio, Angel Molina comenzó a trabajar como actor en pequeñas producciones teatrales y de cortometrajes, siempre con el objetivo de encontrar su lugar en la industria del cine. Sus primeros papeles fueron secundarios, pero poco a poco fue ganando experiencia y confianza en sí mismo.
Hoy en día, Angel Molina es un actor reconocido tanto en España como internacionalmente. Ha participado en numerosas películas y series de televisión, y ha recibido varios premios por su trabajo, entre ellos el Premio Goya a Mejor Actor de Reparto en 2018 por su papel en la película La llamada. Pero nunca olvida sus raíces y su historia, y siempre habla con orgullo de su pasado deportivo y de todo lo que tuvo que superar para llegar hasta donde está hoy.