Biografía de Allen McLean
Allen McLean, nacido en Escocia en 1865, tuvo una vida muy interesante antes de convertirse en actor. Uno de los mayores desafíos fue su mudanza a Australia a los diez años. Su padre, un ingeniero, fue contratado en la construcción de un ferrocarril, lo que llevó a la familia a una nueva y desconocida tierra. Esta experiencia temprana de cambio y adaptación no solo ayudaría a McLean en su carrera futura, sino que también formaría su personalidad en constante evolución.
Después de completar su educación en Sydney, McLean se convirtió en aprendiz del comerciante de teléfonos de su padre. Sin embargo, esta profesión no le satisfacía completamente y, después de varios años, decidió aventurarse en otros viajes. McLean parecía tener una inclinación natural por el rendimiento, y como tal, se enamoró del teatro después de ver una producción en Melbourne. Inspirado por esta experiencia, McLean comenzó a tomar clases de actuación y eventualmente aterrizó su primer papel en "El Jardín de Melodrama" en 1884.
Después de algunos años de éxito moderado como actor, McLean decidió mudarse a Londres para perfeccionar sus habilidades. En esta ciudad, McLean actuó regularmente en algunos de los teatros más importantes y populares de la época. Lamentablemente, justo cuando estaba alcanzando un mayor éxito y una mayor aclamación de la crítica, la Primera Guerra Mundial estalló, obligándolo a regresar a Australia.
Si bien la retórica nacionalista de los primeros años de la guerra limitó en gran medida el trabajo de McLean, una vez más encontró una manera de adaptarse y evolucionar. Aprovechó su experiencia de vida para escribir varios monólogos y actuó en solitario en salas de todo el país, explorando temas tan diversos como la vida de los soldados, la vida en el hogar y la identidad nacional.
En resumen, la vida temprana de Allen McLean lo desafió y lo preparó para una carrera en constante evolución. Después de una vida temprana llena de movimiento y adaptación, McLean encontró su verdadera pasión por el teatro y actuación. Después de mudarse a Londres para perfeccionar sus habilidades, regresó a Australia justo al comienzo de la Primera Guerra Mundial. A través de la escritura y del monólogo, McLean fue capaz de continuar trabajando y encontrar una manera de brillar ante su público.