Juego de Tronos Temporada 7 Capítulo 1 Análisis: Rocadragón

La espera ha terminado y la nueva temporada de Juego de Tronos está aquí. Ha tardado un poco más de lo habitual (cosas de producción), pero bajo la dirección de Jeremy Podeswa (Casa Austera, Nadie) la serie regresa por todo lo alto a nuestras pantallas. Este primer episodio lleva por nombre Rocadragón (Dragonstone), isla y castillo que sirvieron como bastión de los Targaryen en Poniente, y lugar de nacimiento de Daenerys.

Todo sobre Juego de Tronos 7×1 

Recordamos que en este punto todas las tramas han superado a los libros, con algunos cambios más o menos sustanciales. Puedes leer el recap del final de la temporada anterior aquí. ¡Alerta spoiler!

La venganza de Arya

Una de las primeras sorpresas que nos hemos llevado nada más empezar temporada ha sido ver vivo a Walder Frey en Los Gemelos, donde ha organizado un festín para todos sus allegados a los que sirve comida y buen vino. No es así con su mujer, Kitty Frey, a la que misteriosamente le impide beber.

Por supuesto, todos sabemos que Walder murió la temporada pasada a manos de Arya, que después de aquello ha decidido “ponerse su cara” y tender una trampa a todos los Frey allí presentes, que mueren envenenados por el vino. Antes de dejar el lugar, le pide a Kitty que anuncie la llegada del invierno a la Casa Frey, que aunque no desaparecida suponemos seriamente mermada.

De camino al sur, Arya se encuentra a un grupo de soldados Lannister (sí, el que canta es Ed Sheeran). Le invitan a comer y Arya les cuenta que se dirige a Desembarco del Rey, a matar a la Reina. Se ríen porque piensan que está bromeando, por supuesto. Pero nosotros sabemos que no.

Jon Snow

En el Norte, el nuevo Rey Jon ordena en reunión que todo el mundo se ponga a buscar vidriagón, pues parece ser lo único que mata a los Caminantes Blancos. Gran momentazo el de Lyanna Mormont apoyando la decisión de Jon de dar un papel más activo a las mujeres y chicas en la lucha venidera, con sonrisas orgullosas de Sansa y Brianne. Sansa, por cierto, tiene un momento de tensión con su hermano y su decisión de “perdonar” la traición de las Casas Umber y Karstarks, que apoyaron en su momento a los Bolton.

Jon hace cuenta de la necesidad de unión en estos momentos y hace jurar lealtad a sus nuevos jefes, Ned y Alys. La sonrisilla curiosa de Petyr Baelish nos hace entender que ve una posibilidad de meter mano en estos desencuentros entre ambos hermanos para conseguir sus intereses. Como sea, a Invernalia llegan las noticias de la coronación de la nueva reina, y Cersei urge en un cuervo a Jon a desplazarse a Desembarco y jurarle lealtad.

Aunque Jon apunta a lo lejos que se encuentra de ellos –y lo cerca del Muro que les separa de los Caminantes-, Sansa le insta a no subestimar a Cersei, que ha acabado con cualquiera que se le ha puesto por delante.

Caminantes

Sansa tiene razón, pero también Jon, pues al norte del Muro vemos a los Caminantes marchar, suponemos que rumbo sur. Entre todos ellos, vemos a varios gigantes, en un ejército enorme que amenaza todo Poniente. Al menos, Bran Stark y Meera Reed han llegado al Muro y lo han cruzado por la puerta de Castillo Negro, tras identificarse frente a Eddison, nuevo Comandante de la Guardia después de su designación por parte de Jon (y suponemos que posterior votación).

La vuelta de Bran conlleva varias cosas, la principal que él es el heredero legítimo en el Norte, por delante de Sansa y del propio Jon, y más con la información que tiene sobre el verdadero origen de Snow. Jon en realidad va detrás de Sansa, al ser “bastardo”, y ahí es donde Petyr puede ver sus pretensiones cumplidas si consigue, como parece que intenta a toda costa, enfrentar a ambos hermanos. ¿Cómo pensáis vosotros que puede afectar a todo esto la vuelta de Bran?

Una cosa está clara, y es que los Caminantes vienen siguiendo al invierno. Es algo que también nota otra persona que deambula por el Norte. Sandor Clegane recorre Poniente con la Hermandad sin Estandartes, bajo el comando de Beric Dondarrion, que ordena pasar la noche en un lugar abandonado donde encuentran algunos cadáveres. En un momento dado hacen un fuego, y Beric pide a Sandor que le cuente qué ve en las llamas: el Muro, un castillo cerca del mar, y un montón de muertos caminando. Beric entonces le asegura que existen por una razón. Y creo que ya sabemos cuál es.

Samwell

La historia de Samwell Tarly y su periplo hasta Antigua llegan a un punto muy importante nada más empezar temporada: ya trabaja dentro de la Ciudadela, donde se forman los maestres, pero no haciendo las tareas que a él le gustarían. Entre servir la comida, limpiar letrinas y ordenar libros, parece que no va a avanzar por ahora nada en esa misión auto-impuesta de descubrir cómo matar a los Caminantes.

Y él lo ha intentado, y ha pedido acceder a la sección reservada de la biblioteca para ver si encuentra algo al respecto (ya que es de los pocos que ha visto a los Caminantes bien de cerca). No parece que fructifere su petición (allí piensan que el Muro es y será siempre infalible), así que tiene que robar una llave y todo para poder llevarse uno de los libros que puede tener la solución.

Gran sorpresa cuando en una de sus rondas entre los enfermos que cuidan en la Ciudadela una mano con psoriagrís en estado más que extendido le habla sobre una Reina que se acerca. Se trata, imaginamos todos, de Jorah Mormont, de quien desconocemos cómo ha podido siquiera llegar hasta allí.

Proposición

En Desembarco, Cersei hace pintar un mapa de Poniente en un patio. Solo así parece que podrá planear sus movimientos en la guerra que se le viene encima. La relación con su hermano Jaime se ha resentido después de que la Reina se cargase a media Corte, y ni siquiera parece que han hablado de la muerte de su último hijo vivo Tommen. Además, las noticias vuelan, y Cersei se enfrenta ahora a una armada bajo órdenes de Daenerys y su Mano de la Reina, su otro hermano Tyrion. Jaime tiene por seguro que desembarcarán en Rocadragón, que fue el primer y último lugar que poseyeron los Targaryen en Poniente.

Con enemigos por todos lados (Tyrell, Stark, Martell, y ahora también Targaryen), Jaime ve perdida cualquier oportunidad, a no ser que encuentren un aliado a la altura de las circunstancias. Pero Cersei ha aprendido de escuchar durante décadas a su padre moverse entre guerras y ya ha pensado en eso. Va a recibir al único que parece en la posición que necesita: Euron Greyjoy, que desembarca en la capital con una centena de barcos.

Como aliado en potencia a Jaime no le parece del todo bien, pero es cierto que no tienen muchas más opciones. Euron busca venganza de sus sobrinos, y pone a disposición de Cersei su parte de la flota de la Casa Greyjoy, a cambio de casarse con la Reina, por supuesto. Cersei desconfía de su lealtad (no tuvo ningún problema en matar a su hermano) y declina su oferta, aunque no está todo perdido pues Euron promete que no volverá a Desembarco sin el regalo perfecto para ella.

Daenerys

Por fin, el esperado desembarco de Daenerys en Poniente tiene lugar en este capítulo, y en Rocadragón, como ya sospechaba Jaime. Por él nos enteramos, por cierto, que el lugar se encuentra desierto, y la Reina de Dragones lo toma dando un paseo por su antiguo hogar. Le acompañan Tyrion, Gusano Gris y algunos Inmaculados, Missandei y Varys. La isla, por cierto, de encuentra en una zona volcánica muy rica en vidriagón. Dato más que interesante.

El Castillo de Rocadragón es una fortaleza imponente, en una isla que –aunque pequeña- se encuentra en un punto estratégico. La sala del trono, desierta, deja paso a la zona de comando, desde donde Stannis Baratheon (que ocupó el lugar como suyo durante la Guerra de los Cinco Reyes) y el propio Aegon I, fundador de la dinastía Targaryen, dirigieron sus conquistas. Las únicas palabras de Dany en todo el capítulo son con las manos en esa mesa: ¿Empezamos?

Avance Capítulo 2 (Temporada 7) – Stormborn