Cincuenta Sombras de Grey: 10 escenas lamentables. Parte 2.
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Movida por gran fanfarria y anticipación, la adaptación al cine de la novela erótica escrita por E.L. James“Cincuenta Sombras de Grey” finalmente llegó a la cartelera, y mientras que la crítica la ha destrozado sin piedad, no se puede negar que la película ha resultado ser un éxito de taquilla sin igual y una de las películas catalogadas como “R” con mayor recaudación de todos los tiempos.
Pese a todo, incluso si eres fan del material base, tienes que admitir que es una película cuya calidad es difícilmente defendible. Contando en su reparto con la talentosa directora Sam Tylor-Johnson, y con una buena actuación de Dakota Johnson (que parece saber que se encuentra dentro de un film terrible), estamos ante una película decepcionante que no va más allá de lo que fue “Showgirls” dos décadas atrás.
Pero visto el lado bueno, existieron muchos inintencionados momentos a lo largo de la película que nos hicieron reír, y digerir de forma más amable este hueso duro de roer. Desde diálogos vergonzosos, hasta una decepcionante aproximación al sexo, os mostramos 10 momentos espantosos de Cincuenta Sombras de Grey.
La lluvia como una metáfora sexual
La película comienza, cómo no, con Anastasia Steele (Johnson) encontrándose con Christian Grey (Jamie Dornan) por primera vez en su oficina, preguntándole varias cuestiones sobre él y su negocio para un informe universitario. Tras una intensa y franca conversación en la que Christian hace muy obvia su atracción por ella, Anastasia se aventura hacia el exterior y se toma un momento para darse un respiro a la vez que recibe una intensa lluvia.
Estamos ante una evidente metáfora de Anastasia estando sexualmente excitada, y de hecho, húmeda, aún más obvio cuando la escena corta para mostrarnos a Christian entrando en su coche (presumiblemente meros minutos después), sin ninguna señal de lluvia sobre él o el vehículo. Al menos esta escena temprana nos muestra a Taylor-Johnson divertirse un poco con la absurdez inherente de su propia película.
Reprimidas escenas sexuales
Si vas a ver esta película buscando algo de sexo gráfico, prepárate para decepcionarte, porque pese a la naturaleza de la novela, no encontrarás nada que no podrías ver en una película erótica suave. Johnson muestra su trasero, sus pechos y su arbusto, mientras que Dornan muestra sus pectorales y su trasero, así que si tu intención es ver algo más allá, ahórrate la entrada al cine.
Los planos frecuentemente juegan con enseñarnos algo más revelador, pero luego lo único que recibirás será un corte de secuencia en el momento justo. Antes del estreno de la película, se anunció que era necesario volver a rodar algunas escenas, supuestamente para añadirles picante, dado lo poco sexy que resultaban las mismas. Uno sólo puede imaginar el tamaño desastre con el que estaban trabajando inicialmente.
Hasta luego, nena
Posiblemente la línea de dialogo más famosa de la novela es “Hasta luego, nena”, la cual es dicha frecuentemente a Ana por parte de Christian cuando ella se marcha, y aunque suene lo bastante mal como para causarnos vergüenza ajena en un principio, la base fan ha conseguido encontrarle el lado perverso, por lo que E.L. James insistió en mantenerla en la adaptación cinematográfica. Uno sólo puede imaginar cuánto le fue pagado a Dornan para leer diálogos tan ridículos como éste, pero sin duda alguna hacen de la película algo más divertido.
Christian se lo dice a Ana dos veces cuando deja una habitación, y cada vez evoca una combinación de muecas y risas a la audiencia. Es absolutamente imposible tomarse esta frase en serio, por lo que ha sido colocada en algunas de las escenas menos importantes de la película. Pese a todo, considerando que ningún humano en la existencia ha hablado así en la vida real, estamos ante una sentencia que roza lo horrible.
Las mordeduras de labios
Otro querido pasaje del material base es que Ana adora morderse el labio cuando se siente excitada, y de nuevo, E.L. James insistió que ese detalle se mantuviera en la película, para infortunio de Dakota Johnson. Mientras que parecía algo interesante cuando fue representado en los diversos pósters de la película, en el producto final termina siendo irritante, porque estamos ante un simple y vago signo visual para indicarnos que Ana ha subido varios grados la temperatura de su cuerpo.
Francamente, incluso las personas que se muerden el labio cuando se sienten excitadas en la vida real no lo hacen tan a menudo, y en la película se termina convirtiendo en una mera broma. Incluso si el diálogo no lo deja claro, el lenguaje corporal es habitualmente suficiente para dejar claro que la situación se está volviendo caliente, ¿pero tiene que ser todo tan obvio? Bueno, es Cincuenta Sombras de Grey, por lo que la respuesta es sí.
Anastasia deja a José en la zona de amigos
Uno de los clichés más irritantes usados sin cesar en las películas románticas es el intento del mejor amigo de la protagonista en llegar a algo más profundo con ella, para ser situado sin cesar en la zona de amigos. En Cincuenta Sombras, tenemos un personaje así bajo el nombre de José, y es evidente desde la primera escena que comparte con Ana algo más que amistad, algo que intenta mostrar tomando ventaja de la situación ebria de la joven. Christian llega justo a tiempo, empujando a José y desbaratando su plan.
José termina aceptando que su situación es más la de un hermano que la de un novio, pero no podemos más que sentir vergüenza por un personaje que es un cliché andante.
Estos son cinco de las diez escenas lamentables con las que nos podremos encontrar en Cincuenta Sombras de Grey. ¿Cuáles son las vuestras?