Humans Temporada 1 Capítulo 3. Análisis
Continuamos como cada semana con nuestro análisis de la primera temporada de Humans, remake anglosajón de la sueca Real Humans a cargo de AMC. Si algo me gusta de Humans es que ha sabido encontrar su tono desde el primer episodio y no desviarse de él a lo largo de estos tres primeros capítulos. Algo especialmente meritorio en este caso, pues ya podemos confirmar a estas alturas que no se trata de una serie concebida para romper audiencias ni para convertirse en la nueva serie de moda.
Es como si AMC simplemente quisiera hacer un remake para el público de habla inglesa del original sueco, algo mucho más común de lo que pudiéramos pensar, pues especialmente en el caso de los estadounidenses, tienen mucha aversión a todo lo que no esté hablado en su lengua materna y necesite subtítulos para su visionado. Pero este tono sobrio, con un presupuesto limitado que salta a la vista desde el minuto uno, hace que Humans centre el foco muy bien en cada episodio, convirtiéndola en una serie de look absolutamente europeo y estilo cuasi teatral. Y esto, como ya he dicho en anteriores análisis de la serie, no es necesariamente malo.
Pero sí que es cierto que puede apartar de la serie a espectadores acostumbrados a tramas más electrizantes o ávidos de emociones y cliffhungers continuos. En este tercer capítulo se han continuado desarrollando la trama principal de Anita, la androide protagonista, y las otras tramas secundarias que ya vamos viendo van a terminar confluyendo con la principal. Se hace en lo que respecta a Anita demasiado hincapié en mi opinión en el aspecto sexual, con ese padre de familia nervioso ante la perspectiva de tener que verla desnuda para analizar los daños de un accidente o el hijo adolescente de la familia, que como buen adolescente está… a lo que está.
Me interesa mucho más la relación de Anita con la madre de la familia, personaje más interesante de la serie hasta el momento junto al de William Hurt. En este capítulo se ahonda en la sensación de vacío que la madre siente frente a su familia, que parece haberla sustituido por la androide, y en la desconfianza que al mismo tiempo experimenta por Anita y su comportamiento en ocasiones demasiado humano. El personaje de la madre está bien perfilado y crea un interés creciente en el espectador por conocer su evolución dentro de la serie. No sucede lo mismo con el personaje del padre, que poco a poco se ha ido desfigurando y perdiendo interés hasta quedar en un mero tópico mil veces visto de marido insensible que además provoca bastante incomodidad, uno no puede más que pensar en cada una de sus secuencias por qué su mujer le sigue aguantando.
El otro gran personaje de Humans hasta el momento es como decía un párrafo más arriba el de William Hurt, apenas aparece diez minutos por episodio, pero sus secuencias están muy bien definidas y consiguen hacer avanzar su historia de amor paterno-filial con su anticuado robot con concisión y sabiendo aprovechar el carisma y la clase que Hurt siempre ha tenido.
Citar, para terminar, la otra historia de interés de Humans, que en este capítulo 3 cuenta además con la mejor secuencia del episodio. Hablamos de la androide prostituta que se ha escapado del burdel en el que estaba esclavizada para buscar no sabemos muy bien qué todavía. En este episodio, a través de la secuencia que tiene con el joven ejecutivo de la City londinense, se nos muestra los perjuicios psicológicos que la prostitución podría causar en las inteligencias artificiales destinadas a ella. El paralelismo con la prostitución real está ahí, para quién lo quiera ver…
La semana que viene volveremos con un nuevo análisis de Humans, una serie que como ya os he explicado tiene puntos de interés y es original en su desarrollo precisamente por su falta originalidad y pretensiones. Ciencia ficción realista que se centra más en el mensaje que en la forma.
La podéis ver en directo cada miércoles a las 22.30h en AMC España o en VOD en plataformas como Yomvi de Movistar +.