La Cumbre Escarlata: polémica prohibición en cines de China
La Cumbre Escarlata: polémica prohibición en China la encamina al fracaso total.
Las películas americanas que no recuperan sus costes de producción ni generan buenos beneficios en su país, dejan su última esperanza a un giro de acontecimientos proveniente de la taquilla China. Esta es la situación en la que se encuentra a día de hoy “La Cumbre Escarlata“. La película se estrenó con unos decepcionantes 13.1 millones de dólares en Estados Unidos, y para una película con unos costes estimados de producción y marketing de 73 millones de dólares, sin duda alguna necesita la ayuda del mercado Chino. Desafortunadamente, esta ayuda podría no llegar.
Según informa The Hollywood Reporter, China siempre dice no a las películas que incluyen algo relacionado con fantasmas, cultos, o cualquier situación paranormal desarrollada de forma realista. Por razones obvias, esto se traduce en problemas para “La Cumbre Escarlata“. El argumento de este romance gótico se centra en una joven que puede ver fantasmas y comunicarse con ellos. Y, por supuesto, se encamina hacia una fantasmagórica mansión encantada.
Con una población cercana al 1.500 miles de millones de personas, la esperanza de que este masivo número de potenciales espectadores en China acudan a la sala de cine es difícil de resistir. El problema, es que el gobierno Chino dispone de estrictos protocolos cuando se trata de películas con una naturaleza fantasmal.
El terror en la película puede parecer fantasioso y totalmente falso, pero, si en el mundo del film, la amenaza sobrenatural es real, la película simplemente no pasa la criba de los censores Chinos.
Pero los cineastas chinos han descubierto una forma simple de esquivar el sistema. Todo lo que tienen que hacer es guiar a la audiencia hacia una película repleta de sustos, y finalmente borrar de un plumazo todo su duro trabajo relevando que las señales espectrales eran completamente falsas.
Ya sean fantasmas, demonios, o criaturas del averno, finalmente se revela que todo es causado por la imaginación del o los protagonistas. Quizás la persona esté loca. Quizás fuera llevada a creer en dichos seres pero realmente no existían. Posiblemente todo no fuera más allá de un simple sueño. En cualquier caso, te encaminas a un viaje fantástico que se termina revelando como una gran mentira.
El epicentro de las películas de terror es mostrarnos algo que no es real. Nos sumergen en un peligroso mundo del cual es difícil de escapar y seguramente muchos de los que allí se encuentren atrapados mueran. En China, esto no es posible.
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