Cincuenta Sombras de Grey: 10 escenas lamentables. Parte 1.
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Movida por gran fanfarria y anticipación, la adaptación al cine de la novela erótica escrita por E.L. James “Cincuenta Sombras de Grey” finalmente llegó a la cartelera, y mientras que la crítica la ha destrozado sin piedad, no se puede negar que la película ha resultado ser un éxito de taquilla sin igual y una de las películas catalogadas como “R” con mayor recaudación de todos los tiempos.
Pese a todo, incluso si eres fan del material base, tienes que admitir que es una película cuya calidad es difícilmente defendible. Contando en su reparto con la talentosa directora Sam Tylor-Johnson, y con una buena actuación de Dakota Johnson (que parece saber que se encuentra dentro de un film terrible), estamos ante una película decepcionante que no va más allá de lo que fue “Showgirls” dos décadas atrás.
Pero visto el lado bueno, existieron muchos inintencionados momentos a lo largo de la película que nos hicieron reír, y digerir de forma más amable este hueso duro de roer. Desde diálogos vergonzosos, hasta una decepcionante aproximación al sexo, os mostramos 10 momentos espantosos de Cincuenta Sombras de Grey.
No me gusta la necrofilia
Tras rescatar Christian a una muy borracha Anastasia de un club y la lleve hacia una confortable cama, la joven se levantará al día siguiente, se tomará un par de pastillas, beberá un poco de zumo de naranja y recibirá la bienvenida de Christian. Al darse cuenta de no vestir la misma ropa que llevó al club, Anastasia le preguntará a Christian sobre este supuesto, y el exitoso hombre de negocios le informará de haberle cambiado él personalmente la ropa, ya que su anterior vestimenta quedó llena de vómito.
En este momento, Anastasia le preguntará si han practicado sexo, a lo que Christian responderá rápidamente que no, añadiendo, “no me gusta la necrofilia”. Ya vimos una línea similar en la novela, donde Christian afirma, “Anastasia, estabas en coma. La necrofilia no es lo mío. Me gusta que mis mujeres estén sensitivas y receptivas.” Incluso con menos contexto en la película, la frase suena aún más ridícula. ¿Por qué tendría que ser necrofilia? ¿Porque Anastasia se encontraba muerta para el mundo?
Una frase lamentable que al menos consigue hacernos esbozar una sonrisa.
La mordedura “sexy” de una tostada
Una vez que Christian lleva de vuelta a Ana a su casa tras su noche de borrachera, los dos hablan tranquilamente mientras que la joven se come una tostada hecha por el propio Grey. Esto da lugar a una irrisoria escena en la que Christian habla sexy a Ana mientras salta hacia la cama, acercándose a ella como si de una serpiente se tratase y dando un mordisco a su tostada. La intención evidente es ofrecernos una escena sexy y seductora, pero el resultado es ridículo, sobre todo por el rostro siempre serio de Christian. ¿Por qué Dakota Johnson consigue no reírse en la escena? Estamos ante un auténtico milagro.
El escalofriante Christian
Mientras que existe mucha crítica alrededor de la visión femenina aduladora de la relación central de esta historia, ya que muchos la consideran como “abusiva”, lo que sí queda claro es que, de forma sana o insana, Christian Grey es un tipo escalofriante. Su desbocado deseo por controlar cada aspecto de la vida significa que puede presentarse allá donde se encuentre Ana sin avisar con antelación, y aunque habitualmente su presencia se acompañe de regalos (una botella de vino, un ordenador, o un coche), es difícil apoyar un romance que se siente tan unilateral.
Ciertamente será muy fácil que alguien re-edite la película como película de terror en el futuro, y francamente, es casi una decepción que la película no se haya convertido en un festival salvaje a lo “American Psycho”.
La reunión de negocios
El grueso de la historia de Cincuenta Sombras de Grey se resuelve alrededor del contrato escrito extremadamente formal que Christian desarrolla para Ana, con la intención de llegar a un acuerdo sobre sus intenciones sadomasoquistas. Ana insiste que los dos deben mantener una apropiada reunión de negocios para debatir los particulares del contrato, llevándonos hacia una de las más irrisorias escenas vistas alrededor de una mesa de oficina jamás vistas. Ana examina el contrato y elige varios aspectos que no son de su agrado, por ejemplo, meterse un puño por el trasero.
A Ana también le disgusta la introducción de un puño por su vagina, lo que claramente decepciona a Christian. La absurdez de la escena es innegable, y estamos ante otra prolongada secuencia donde los actores hablan más de sexo que lo que después terminan ejerciéndolo.
La inútil escena de la avioneta
Desde que el primer trailer de la película fue publicado, una escena ya olía a innecesaria, y en ella veíamos a Christian acompañar a Ana en el vuelo de una de sus avionetas privadas. La secuencia sugería que estábamos ante un mero relleno para completar metraje, y es exactamente para lo que sirvió en el corte final de la película. Su única intención era la de mantener ocupados a los espectadores que sólo esperaban encontrarse con alguna escena tórrida o de desnudez, y de no haber sido añadida, posiblemente la película no hubiera llegado a las dos horas de duración.
Es como si los cineastas se hubieran dado cuenta de que les sobraban varios cientos de dólares de los 40 millones de presupuesto, y decidieron llevar a cabo una innecesaria escena que por lo menos adornara los tráilers.
Estos son cinco de las diez escenas lamentables con las que nos podremos encontrar en Cincuenta Sombras de Grey. El próximo viernes descubriréis las últimas cinco, ¡os esperamos!