Las 10 mejores películas de Steven Spielberg
El director de Tiburón despierta muchísimas filias entre los cinéfilos de todo el mundo pero también algunas fobias. El llamado “toque Spielberg“, tendencia a idealizar, simplificar, subrayar y sentimentalizar todo, es algo que, unido al enorme éxito en taquilla de prácticamente todos sus filmes (hablo solo como director, no voy a entrar en su aún más basta carrera como productor), hizo que durante décadas no se le valorase como se merece. En Cines.com nos declaramos fans incondicionales, rindiéndole nuestro particular homenaje con esta selección de las mejores películas de Spielberg.
Tiburón y los grandes clásicos de Steven Spielberg
Hasta La Lista de Schindler, Spielberg era apodado el Rey Midas de Hollywood pero se le menoscababa un poco a nivel artístico. Afortunadamente esa percepción ha ido virando hasta convertirle a ojos de la inmensa mayoría de la industria, crítica y público en lo que realmente es, un clásico vivo. Uno de los grandes directores de cine de todos los tiempos que nos ha legado no menos de diez obras maestras y otras tantas películas muy notables. Por eso, a modo de homenaje a este genio, vamos a elaborar un top 10 con las mejores películas de Steven Spielberg. Están puestas en orden cronológico, porque si me ha resultado duro elegir solo diez títulos entre sus más de 50 créditos como director, no me pidáis que además las ordene por preferencia.Además, como suele pasar con los buenos artistas, la filmografía de Spielberg da para ir cambiando las preferencias respecto a su obra en función de quien lo mire. Este top 10 es por tanto mío personal. Podéis discutirlo y poner los vuestros en los comentarios, donde estaré encantado de leeros.
Munich (2005)
Basada en hechos reales, Munich narra el asesinato de varios atletas israelíes por parte del grupo terrorista palestino “septiembre negro” durante las olimpiadas de Munich 72. Modelicamente rodada y con algunos de los momentos de tensión más conseguidos del cine de Spielberg (ver cuando el terrorista duda sobre si hacer explotar una bomba en la casa de un embajador israelí al percatarse de que hay una niña cerca), Munich es una película que habla sobre el terrorismo, la venganza y la triste incapacidad de los seres humanos para dejar de matarnos en definitiva. A pesar de contar unos hechos muy concretos en un tiempo histórico determinado, Spielberg realiza una inteligente alegoría de lo que nos espera a la humanidad como sigamos por este camino.
Algunos acusaron a la película de manipuladora y sionista. Nada más lejos de la realidad. Spielberg consigue en Munich equilibrar la balanza y dar una de cal y otra de arena a judíos y palestinos, cuidándose muy mucho de ser poli bueno y malo con ambos bandos, y lanzando un mensaje pacificador en un filme absolutamente premonitorio de lo que habría de venir en el mundo, con ese plano final en el que aparecen las Torres Gemelas. Munich es un thriller devastador e inteligente que funciona igual de bien en los momentos de acción y de tensa calma. El mensaje final que Spielberg intenta transmitirnos es tan buenista como cierto: la violencia engendra violencia. Una película que cobra por desgracia nuevos visos de actualidad tras los atentados de París, y que conforma junto a la Lista de Schindler y Salvar al Soldado Ryan una suerte de trilogía del problema judio. Para nosotros, un imprescindible entre las mejores películas de la filmografía de Steven Spielberg.
La Terminal (2004)
Estamos ante probablemente la película más agradable de Spielberg. La Terminal se inspira en un hecho real, la vida de Mehran Karim Nasser, refugiado Iraní que vivió varios años en la zona de transito del aeropuerto Charles de Gaulle de París al haber perdido sus papeles. En este caso la historia se trasladó al JFK de Nueva York y el protagonista era Victor Navorski, ciudadano de un pequeño país de Europa del Este interpretado por un Tom Hanks que demuestra una vez más ser el James Stewart de nuestra era.
Iniciaba el anterior párrafo diciendo que La Terminal era una película agradable por el tono, cómico, optimista y fabulador en todo momento. Pero Spielberg logra introducir a pesar de ello varios toques dramáticos y algunas escenas de una emotividad que derrumba (cuando se revela la historia de la lata que celosamente guarda el personaje de Hanks). Dando la replica a Tom Hanks encontramos a Catherine Zeta Jones, en su para mi mejor interpretación, dando vida a una azafata que se enamora del protagonista, un giro que si lo pensamos detenidamente, es tan improbable, que termina de redondear la maravillosa sensación que está película deja en el espectador. La Terminal rara vez estará en una lista de las mejores películas de Spielberg, pero es su película más Capra junto a Always, un happy place al que merece la pena volver cada cierto tiempo.
Para terminar, y a un nivel más frívolo, decir que La Terminal es sin duda la película donde más product placement se puede ver por minuto. Ni Regreso al Futuro 2 puede equiparársela.
Minority Report (2002)
La ciencia ficción es un género que Spielberg ha frecuentado a lo largo de su filmografía. Encuentros en la tercera fase, E.T, La guerra de los mundos, Inteligencia Artificial… Minority Report podría encuadrarse a nivel de género como un thriller de ciencia ficción noir. Basada en un relato de Philip K.Dick, uno de los autores más importantes del género e inspirador a través de sus relatos de, entre otras, Blade Runner, el filme plantea una duda moral muy interesante: ¿estaríamos dispuestos a condenar un crimen antes de que sea llevado a cabo aunque esto pueda llevar a inocentes a ser castigados?. Tom Cruise está brillante y pleno de carisma en una película con un diseño de producción brillante, que mezcla elementos tecnológicos que inspiran ese 2054 en el que se desarrolla la trama con una arquitectura clásica, decisión inteligente por parte de Spielberg y su equipo.
El maestro John Williams realiza aquí uno de sus mejores trabajos, lo cual es mucho decir, y Max Von Sydow sabe dotar a su personaje de una presencia inquietante y ambivalente que debió haber logrado mayor reconocimiento a nivel de premios.
Minority Report es un entretenimiento de primera llena de ideas visuales y secuencias dignas del mejor Hitchcock, como esa en la que el personaje de Cruise se sumerge en una bañera helada para no ser detectado por las arañas electrónicas. Un must see catedralicio que el gran Antonio Gasset definió antes de una de sus famosas pausas para ir a publicidad con gran prolijidad: “Gran película”. Sencillo y al pie, Guardiola y yo aprobamos la sentencia de Gasset. Deja además para el imaginario colectivo esa imagen de Tom Cruise manejando cual cantante de Locomia las imágenes holográficas que le envía su ordenador. El monopatín volador de Regreso al Futuro no se ha hecho realidad, ¿lo logrará la informática que vemos en Minority Report?. En 2054 os lo cuento. Mientras tanto, Minority Report directa a nuestro ranking de las mejores pelis de Spielberg sin ninguna duda
A.I Inteligencia Atificial (2001)
A.I Inteligencia Artificial era un proyecto inicialmente previsto para Stanley Kubrick, quien llevaba años trabajando en él y pensaba convertirlo en su nueva película cuando la muerte le sorprendió durante la postproducción de Eyes Wide Shut. Spielberg, gran admirador y uno de los pocos amigos personales del director de 2001, decidió continuar él mismo con el proyecto y dedicarle la película. Basada en el relato corto de Aldiss Supertoys Last All Summer Long, A.I Inteligencia Artificial es, a pesar de estar basada en materiales cedidos por la viuda de Kubrick, un filme 100% Spielberg.
Spielberg construye a traves de la historia de ese niño robot interpretado por Haley Joel Osment su particular versión de Pinocho, una visión futurista y fascinante visualmente que contiene alguno de los momentos más brillantes y al tiempo desasosegantes de su cine. La película tiene muchos detractores por el giro final que experimenta en su última media hora, en la que Spielberg parece aunar Pinocho con Encuentros en la tercera fase y E.T, quienes critican esa parte de la película demuestran, conocer muy poco el cine de Spielberg. O puede, siendo menos categórico, que simplemente ese final sirva para separar el grano de la paja, a los admiradores irredentos del director de los que no lo son.
En cualquier caso estamos ante una absoluta obra maestra, una película que habla del amor, la muerte, el paso del tiempo e incluso el futuro de la humanidad y de nuestro planeta. Un filme a reivindicar y a volver a ver, plagado de un bello y a la vez triste poso nostálgico. La imagen de esos monumentales leones que emergen sobre el océano que ha devorado Manhattan, es una de las secuencias más potentes, hermosas (magistral John Williams) y al tiempo inquietantes que jamás he visto en una sala de cine. Imposible no incluir Inteligencia Artificial en cualquier lista con lo mejor de Steven Spielberg.
Salvar al soldado Ryan (1998)
La película que consolidó el prestigio de Spielberg. Si bien el director ya había triunfado a lo grande en los Oscar con La Lista de Schindler, Salvar al soldado Ryan confirmó, para quien no se hubiese querido dar por enterado hasta entonces, que estábamos ante un maestro de maestros. Spielberg reinventa el cine bélico. Nunca el silbido de las balas había sonado así hasta esta película. La media hora inicial, que refleja el desembarco aliado en la playa de Normandía, es una de las secuencias de puro terror más escalofriantes vistas jamás. El magistral uso del sonido (y de la ausencia de él), la fotografía desaturada de Janusz Kaminski, y la cámara siempre a ras de suelo, acompañando a los soldados que se arrastran por la arena buscando refugio de las ametralladoras alemanas, sumergen al espectador en la escena hasta limites dolorosos.
El filme contiene otras dos o tres secuencias bélicas de similar enjundia, en las que a modo de set piece Spielberg nos reta a mantener la mirada en la pantalla ante la crudeza de las imágenes que estamos viendo. A nivel dramático la historia se articula en torno al personaje de Tom Hanks, un profesor de escuela metido a capitán de batallón que representa una figura muy repetida en el cine de Spielberg, la del buen hombre. Una especie de Atticus Finch que intenta cumplir una misión tan insensata militarmente como lógica a nivel humano, traer de vuelta a casa al único soldado de una misma familia que sigue con vida.
Spielberg siempre ha reconocido sin ambages que no tiene reparos en homenajear a sus directores favoritos. Ya he citado antes los momentos Hitchcokianos en Minority Report o el tono Frank Capra que domina La Terminal. Aquí crea uno de los planos más impresionantes de su cine, homenaje a Centauros del desierto, en la escena en la que una comitiva del ejercito aparece por el horizonte de esa casa sureña en la que una madre está fregando los platos ajena a la terrible pérdida que aún no conoce.
Mención aparte merece la banda sonora de John Williams, cuyo tema Himno a los caídos es probablemente el más emotivo compuesto por el maestro. Una película que unánimemente suele aparecer entre las mejores películas de Steven Spielberg. Cine capital que sentó las bases para gran parte del cine bélico e incluso de acción que nos llegaría posteriormente (Black Hawk Derribado).
La lista de Schindler (1993)
La película que cambió la percepción del mundo del cine sobre Spielberg. Tras casi 20 años de carrera el director decidió que era el momento de llevar a cabo un proyecto largamente soñado, dar su versión de la Shoah. Y aunque Spielberg era ya el director con más poder de Hollywood, Universal se asustó cuando escuchó la propuesta del director: un drama en blanco y negro rodado en Polonia con un prepuesto de 40 millones de dólares y sin estrellas en su reparto. Así que Spielberg tuvo que ceder y rodar primero Parque Jurásico, proyecto que le interesaba pero que obviamente no le tocaba tanto a nivel personal como La lista de Schindler.
Tanta era la prisa que Spielberg tenía por llevar a término la película, que simultáneo el rodaje de La lista de Schindler con la postproducción de Parque Jurásico. El resultado de su hiperactividad: 10 Oscar en la ceremonia de 1994 (7 para La lista de Schindler y 3 para Parque Jurásico).
La lista de Schindler provoca en el espectador un efecto contradictorio, por una parte golpea en el estomago por la dureza de la historia y de muchas de las imágenes, pero al mismo tiempo subyuga por la belleza de su fotografía en blanco y negro, la elegancia de su montaje y la impresionante belleza de la partitura de John Williams. En el reparto, un sublime Liam Neeson que se convirtió en estrella con este papel, todo presencia y carisma. Y junto a él, Ben Kingsley, lo opuesto a Neeson, pequeño, enjuto, todo contención sin por ello perder capacidad de emocionar con la mirada y su tono de voz nerviosamente pausado. Pero el gran descubrimiento de la película a nivel actoral fue sin duda Ralph Fiennes, desconocido hasta entonces y que consigue construir con su Amon Goeth uno de los villanos más terribles de la historia del cine, la encarnación del mal más absoluto y de cómo el ser humano puede ser el peor lobo para el hombre.
Una película necesaria que cuenta con dos momentos para la polémica Spielbergriana, la niña del abrigo coloreado, y el discurso final de Schindler. No entraré en más detalles por si alguien no la ha visto todavía, pero diré que el detalle del abrigo coloreado me parece un efectismo genial mientras que el discurso de Schindler es de los pocos momentos en el cine de Spielberg, en los que me he unido al grupo de detractores que le acusan de sensiblero y manipulador. Con todo, una obra maestra que conviene revisar y enseñar a las nuevas generaciones.
Indiana Jones y la última cruzada (1989)
La trilogía de Indiana Jones (la cuarta parte no cuenta), es una de las sagas de acción y aventuras más famosas de la historia del cine. Para muchos, entre los que me incluyo, la mejor sin duda. Por tanto es imprescindible situar un título de Indy en cualquier top10 de Spielberg que se precie.
En el caso de Indiana Jones, y a diferencia de otras sagas como Star Wars en las que unánimemente se cita a El Imperio Contraataca como la mejor, no hay un consenso claro sobre cual es la mejor película de la trilogía. Personalmente me quedo sin duda con Indiana Jones y la última Cruzada. La primera parte es también magistral y conserva aún hoy toda la esencia clásica de su estreno, y El Templo Maldito tiene algunos de los mejores momentos de la saga, pero está tercera parte es sin duda la que más encanto y carisma tiene, la más entretenida y la que más fácilmente uno puede ver por enésima vez.
A ello contribuye sin duda la presencia junto a Harrison Ford de Sean Connery, que interpreta al padre de Indy. El actor escocés está pletórico, con un carisma y una vis cómica que eleva el tono de la película y le da unos matices al personaje de Indiana a través de los diálogos que mantiene con él, ausentes en las dos primeras entregas.
Destacar para terminar el brillante inicio. Las películas de Indiana Jones siempre comienzan, al más puro estilo Bond, con una escena de acción que a modo de prologo nos sumerge en la aventura. En esta entrega se nos cuenta el origen del personaje de Indy. Veinte minutos plenos de todas las esencias de la saga (acción aventura, humor), en los que el fallecido River Phoenix se mete en la piel del joven Dr.Jones con una capacidad mimética tal, que de verdad uno cree estar viendo a Harrison Ford de joven.
E.T. El Extraterrestre
E.T. El Extraterrestre encumbró definitivamente la carrera de Spielberg. El director ya llevaba a estas alturas tres grandes éxitos como Tiburon, Encuentros en la tercera fase y En busca del arca perdida, pero fue E.T la película que le consolidó como un director de masas.
E.T constituye, junto con Hook, la película que más evoca la infancia del director, la más auto referencial. Tras una secuencia inicial absolutamente magistral, ejemplo de montaje, ritmo y talento visual (el detalle del llavero de Peter Coyote). Spielberg se toma su tiempo para presentar a la cámara al personaje de E.T.
La escena de los chavales jugando al rol con unas pizzas mientras la madre friega es una de mis favoritas de toda su filmografía. Aparentemente es un momento de transición, una secuencia de presentación de personajes que constituye un descanso a nivel dramático tras el frenético inicio. Pero al mismo tiempo es una escena plena de encanto y matices, y que además refleja uno de los traumas reconocidos por el director: la separación de sus padres siendo él un niño.
E.T es una fabula sobre la amistad y la infancia, una de las mejores películas de Steven Spielberg por su carga emotiva e intencionadamente sensiblera que fue la iniciadora del llamado toque Spielberg. Estamos ante un filme atemporal que ha hecho llorar ya a tres generaciones, y las que quedan. Una obra maestra que pertenece al genero de películas que uno tiene en mente para poner a su hijo. Y qué decir de la banda sonora de John Williams, ganadora del Oscar y cuyo tema principal ha pasado a formar parte del imaginario sonoro de media humanidad.
Encuentros en la tercera fase (1977)
Encuentros en la tercera fase es el primer contacto de Spielberg con uno de los géneros a los que más se le asociaría posteriormente, el fantástico/ciencia-ficcion. Spielberg volvió a contar como protagonista con Richard Dreyfuss tras Tiburón y se dio el capricho de darle un papel a uno de sus directores favoritos: François Truffaut.
La película consigue mantener un crescendo dramático continuo hasta un final emotivo y amable muy similar por cierto, al de E.T, con la que sin duda comparte varios nexos al margen del genero.
Cabe destacar que Encuentros en la tercera fase es el único guión que el director escribió junto al de A.I Inteligencia Artificial, aunque ha firmado como creador del argumento de la mayoría de sus títulos. Se repiten algunas de las obsesiones del director, como las familias al borde del divorcio o el héroe de la calle, personaje visto mil veces en su cine. Sin ir más lejos en el Tom Hanks de El puente de los espías.
Vista con la perspectiva del tiempo, es curioso observar el contraste entre los alienigenas amables y comunicativos a través de las cinco notas musicales con las que se comunican con los humanos de este filme, y la visión terrorífica que Ridley Scott plasmó en Alien, el octavo pasajero.
Tiburón (1975)
Una de las mejores películas de terror de todos los tiempos, culpable de que no volviesemos a ver los baños en la playa con los mismos ojos. Spielberg siempre ha dicho que Tiburón fue el rodaje más duro de su vida y que de haber sabido lo que le esperaba no la hubiera rodado. En su primer proyecto para el cine (El diablo sobre ruedas fue una TV movie estrenada en Europa en cines), Spielberg supo hacer virtud de las carencias y los innumerables problemas que rodar en el mar con un ingenio mecánico que simulaba ser el tiburón. Los constantes problemas y averías del tiburón mecánico variaron el planteamiento inicial de Spielberg y el film salió ganando. Apenas vemos hasta las escenas finales al escualo, lo que incrementa la sensación de amenaza, de pánico. Siempre he pensado cómo habría resultado Tiburón de haber sido rodada en la actualidad, con tantos efectos digitales que muchas veces perjudican más que beneficiar la tensión dramática.
Pero si a alguien debe estar agradecido Spielberg en esta película es a John Williams. En su primera colaboración, solo interrumpida en estos más de treinta años de carrera conjunta en el cine dos veces (El color púrpura y El puente de los espías), Williams consigue con apenas unos toques progresivos de cuerda que sintamos la presencia y la amenaza del tiburón aunque no salga en plano.
En el reparto, un Richard Dreyfuss pleno de carisma y encanto, acompañado por un también excelente Roy Scheider, y un magistral Robert Shaw, protagonista de uno de los monólogos más famosos de la historia del cine y cuya autoría algunas fuentes atribuyen al propio Shaw y otras a John Millius, que trabajó guionista no acreditado a petición de Spielberg para potenciar algunos diálogos.
Tiburón colocó a Spielberg en la pole position de los directores de su generación, y constituye un hito cinematográfico que se puede disfrutar y al que se le pueden sacar matices en cada visionado, sin importar cuantas veces la hayamos visto. Una película imprescindible.
Hasta aquí este repaso a las que considero las diez mejores películas de la carrera de Steven Spielberg. Os recuerdo que si queréis, podéis dejar vuestros top 10 personales en los comentarios de este mismo post.