Robin Williams, su legado en 5 películas

Robin Williams, uno de los grandes actores de Hollywood, genio de la comedia y la improvisación, nos ha dejado a la edad de 63 años. Un adiós inesperado que ha pillado por sorpresa al mundo del cine y el espectáculo, dejando consternados a sus compañeros de profesión y personalidades celebres mundiales, como el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su familia. “Entregó su inmensurable talento a quienes más lo necesitaban”, expresaba en un comunicado el mandatario de Estados Unidos.

Ganador de un Óscar por El indomable Will Hunting, Robin Williams, llevaba años luchando contra una seria depresión, ante la que finalmente se ha rendido.

A pesar de las circunstancias trágicas que rodean la muerte del laureado humorista, hallado sin vida en su residencia de Tiburón, San Francisco, todos recordaremos a Williams, como un actor único e irrepetible, que regaló en todas y cada una de sus interpretaciones, momentos inolvidables para la historia del cine.

Dotado de un talento natural para la interpretación, el actor de las mil caras y ciento una sonrisas, nadó como pez en el agua, en cualquiera de los géneros que representaba, conquistando los favores de la crítica, y la gracia del público, al que hizo reír y llorar a partes iguales.

Desde el mundo de Cines.com, el de gran pantalla, el de los sueños, donde cualquier cosa es posible, y las fantasías se hacen realidad, queremos rendirle nuestro pequeño homenaje a la trayectoria cinematográfica del actor, con 5 películas irrepetibles de Robin Williams, con las que demostró un inmenso talento y ese “algo” especial que lo caracterizaba.

El Club de los Poetas Muertos

Un canto a la libertad, a la juventud y a la vida, en la que un encantador profesor, enseñó al mundo entero, bajo el lema, “Carpe diem”, aprovecha el momento, y el grito de guerra (una de las frases míticas de la historia del cine), “Oh, capitán, mi capitán”, que la vida podía ser un lugar maravilloso, por el que merecía la pena pelear.

Hook, el capitán Garfio

Robin Williams, en el papel de Peter Pan, de la mano de Campanilla, Wendy y los niños perdidos, nos llevó devuelta al País de Nunca Jamás. Con un pasaporte muy especial, el polvo dorado de las alas de las hadas, Williams, nos mostró el maravilloso país que se escondía tras la segunda estrella a la derecha, volando hasta el amanecer.

El indomable Will Hunting

La actuación magistral que le valió el único Óscar de su carrera cinematográfica. La historia cuenta la historia de un joven superdotado y sin recursos, Matt Damon, procedente de los suburbios de Bostón, condenado, a pesar de su asombrosa inteligencia, a un destino mediocre, plagado de problemas y enfrentamientos callejeros. El profesor y terapeuta Sean Maguire, Robin Williams, será el responsable de cambiar la marcha inexorable del destino del joven Damon.

Patch Adams

El argumento de la historia, en el que se combinaba de forma magistral el humor con el drama, fue un “traje hecho a medida”, para el actor. En Patch Adams, un estudiante de medicina, entrado en años, Robin Williams, apostaba por la risa como terapia para la cura de sus pacientes, curar puede ser un intercambio de amor y no una transacción económica”.

La Señora Doubtfire: papa de por vida

Comedia ganadora de un Oscar (mejor maquillaje) y dos Globos de Oro (mejor película y actor principal dentro de la categoría de Comedia o Musical), gracias a la interpretación, de la voz y la transformación de Williams. Un papá muy especial, Robin Williams, que tras las duras consecuencias de su divorcio, no duda en hacerse pasar por una entrañable ancianita, para poder ser la canguro de sus hijos, y pasar el máximo tiempo posible junto a ellos.

Estas 5 películas que nos deja Robin Williams son sólo un ejemplo. “Good morning, Vietnam”, “Jumanji”, “Una jaula de grillos”, “Más allá de los sueños”, “El rey pescador”, la saga de “Noche en el museo” o la más reciente “El mejor padre del mundo” … podrían incluirse en cualquier lista de las películas más recordadas de Williams.

Desde aquí, todos aquellos jóvenes que nos revelamos contra nuestros profesores al grito de “Oh, capitán, mi capitán”, agradecemos todas y cada una de las interpretaciones de un actor mágico, que nos hizo creer en mundos fantásticos, diferentes, protegidos por la felicidad y la alegría.